Thursday, January 17, 2013

-- Receso breve en mesa de conversaciones para paz de Colombia La Habana

-- Receso breve en mesa de conversaciones para paz de Colombia La Habana,
17 ene 

 *Samuel Barinas Varela*
Corfisocial

(PL) El gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia Ejército del Pueblo (FARC-EP) realizan hoy un breve receso en las
conversaciones de paz que tienen a esta capital como su sede permanente.  Las
partes reanudaron el pasado lunes el diálogo en el Palacio de Convenciones,
donde centran las discusiones en el tema de la tierra, el primero de una
agenda de seis puntos.    Los otros asuntos a discutir son la participación
política, el fin del conflicto, el problema del narcotráfico, la atención a
las víctimas y los mecanismos para refrendar y verificar lo acordado.    El
alto en las pláticas cumple la estructura prevista, de tres días de
conversaciones y uno de receso, este último destinado -según dijeron- a
consultas y análisis internos sobre lo abordado en el acercamiento, el cual
deviene un nuevo intento de poner fin a décadas de conflicto armado en ese
país suramericano.    Tanto la delegación gubernamental, con el
exvicepresidente Humberto de la Calle al frente, como la de las FARC-EP,
encabezada por el comandante Iván Márquez, retomaron el 14 de enero al
diálogo después de 23 días de receso, con un llamado a mayor celeridad en
el tratamiento de la agenda.    Para de la Calle, se necesita incrementar
el ritmo, y la urgencia responde a que "la gente quiere ver un proceso
eficaz, digno, rápido y serio".    Por su parte, Márquez llamó a la
celeridad en el análisis profundo e integral, "pensando en los intereses de
las mayorías nacionales".    Ambos equipos han reiterado su compromiso con
la búsqueda de la paz y su interés en que los diferentes actores de la
sociedad colombiana participen en el proceso con criterios y propuestas.    La
mesa instalada en Cuba el 19 de noviembre ha facilitado ese interés de
amplia participación con mecanismos como una página web y un foro sobre
desarrollo agrario celebrado en Bogotá.    El Gobierno y la guerrilla
también han fijado postura sobre la cuestión de la tierra, considerada un
punto clave por su vinculación con el origen y profundización del conflicto
colombiano, que ha costado miles de muertos, millones de desplazados y
desigualdad en el campo.    Al respecto, las FARC-EP presentaron en la
reanudación del diálogo una propuesta de reforma rural y agraria desde un
enfoque socio-ambiental, democrático y participativo.    Según explicó un
portavoz de la insurgencia, la iniciativa surgió del estudio de los
criterios emitidos por los colombianos a través de los instrumentos
facilitados por la mesa de conversaciones, en la cual Cuba y Noruega
desempeñan el rol de garantes.    El propósito declarado es el de
contribuir a la democratización real del poder territorial, de la sociedad,
del Estado y del modelo económico en su conjunto, así como al bienestar de
la población.    Por su parte, el Gobierno mencionó la puesta en marcha de
acciones para la transformación del campo, una política que calificó de
avanzada, audaz y nueva, en la que se respeta la propiedad privada.    Además,
reiteró que en las pláticas están en discusión los seis puntos previamente
pactados y no el modelo de desarrollo económico impulsado por el ejecutivo.
  Mañana se reanudarán las conversaciones con el tema de la tierra en la
agenda, el cual ha sido tratado desde el 19 de noviembre en 24 jornadas y
más de 110 horas de trabajo.    tgj/wmr   El medio-metraje documental
“Operación Colombia” Escrito por Grupo Reporte   Publicado el Miércoles, 16
Enero 2013 20:28 (Reporte. Stgo. 01/01/013) La última semana de diciembre
2012 se presentó el medio-metraje documental “Operación Colombia” donde se
develó de manera concreta la participación del entonces candidato
presidencial, Sebastián Piñera, y los senadores Andrés Allamand (ex
Ministro de Defensa y ahora aspirante a La Moneda) y Alberto Espina -todos
militantes del derechista partido Renovación Nacional- en un operativo de
Inteligencia extraterritorial planificado por el gobierno y el ejército de
Colombia y que tenía como destino golpear a la administración de Michelle
Bachelet y conseguir la extradición a territorio colombiano de ciudadanos
chilenos por supuesto nexo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias FARC-EP.
Desde las operaciones de entidades estadounidenses para derrocar a
Salvador Allende y luego para respaldar a la dictadura, que un grupo de
chilenos no participaba en una acción extraterritorial generada en un país
extranjero para agredir y condenar a ciudadanos chilenos.   El documental
es una realización chileno-mexicana, materializada por Grupo Reporte y
Suburbia Productora.   La presentación la hicieron el periodista Patricio
López, coordinador del programa Semáforo de Radio Universidad de Chile y
editor de política de la revista El Desconcierto, la audiovidualista Simone
Pavin, a cargo de Suburbia Productora y el periodista Hugo Guzmán, de
reporte.cl y editor de El Ciudadano. La actividad se realizó en el Café
Punto C en la capital chilena y contó con la presencia de una treintena de
invitadas e invitados.   El medio-metraje documental es una investigación
periodística y trabajo audiovisual en relación a la visita que hicieron
Piñera, Allamand y Espina a Colombia en julio de 2008, donde se reunieron
con el ex presidente de ese país, Álvaro Uribe, el entonces Ministro de
Defensa José Manuel Santos (actual Mandatario), los generales Freddy
Padilla y Mario Montoya y altos oficiales de Inteligencia colombiana.   Los
personeros colombianos interiorizaron a los chilenos sobre la Política de
Seguridad Democrática aplicada por la derecha de ese país y entregaron
información y orientación respecto a cómo combatir a grupos insurgentes, al
narcotráfico, a movimientos sociales y preparar a las fuerzas de seguridad
e Inteligencia de Chile. En un hecho inédito, los tres políticos de la
derecha chilena asistieron a una sesión del Consejo de Seguridad de
Colombia, equivalente al COSENA que instaló en Chile la dictadura; de esa
reunión nunca se informó de temas tratados.   Al finalizar la visita, Uribe
y Santos, junto a oficiales del Ejército y la Inteligencia le entregaron a
Piñera, Allamand y Espina un dossier con información que, supuestamente,
inculpaba a un grupo de chilenos en vínculos ilegales con las Fuerzas
Armadas Revolucionarias de Colombia – Ejército del Pueblo (FARC-EP), con la
idea de demostrar que la administración de Michelle Bachelet no estaba
haciendo nada al respecto, que había ligas para apoyar militarmente a
grupos políticos, sociales e indígenas en Chile y para lograr la
extradición a Colombia de esos chilenos para juzgarlos y condenarlos
allá.   Además,
el documental informa de las misiones doctrinarias y políticas que
cumplieron en Chile, durante gobiernos de la Concertación, el embajador
colombiano Salvador Arana y el agregado militar colombiano, Carlos Alberto
Fracia, quienes fueron juzgados y condenado en su país por violaciones a
derechos humanos, ejecución de opositores y nexos con bandas paramilitares.
 Palabras de Patricio López, editor de El Desconcierto.   “Creo que aquí
hay un aporte realmente positivo. Para quienes trabajamos cotidianamente
procesando información en los medios de comunicación, sabemos que es muy
difícil establecer los mecanismos para desarmar construcciones de la
noticia y de fenómenos políticos que se realizan con total impunidad
intelectual, política y comunicacional.   Y este hecho, el de julio de
2008, es uno de los más vergonzosos que hemos visto en el último tiempo.
Cuando se logra juntar los hilos, pasados algunos años, se da cuenta que
hay ahí un germen, de cómo se fueron construyendo algunas cosas después en
el gobierno de Piñera.   En 2008 se veía la posibilidad de que la derecha
chilena podía llegar al gobierno y en ese contexto era uno de los pocos que
podía constituirse en aliado del gobierno de Colombia. Por eso en los
medios de comunicación chilenos hicieron mucha difusión y mucho alarde de
esa visita.   Como está muy bien expuesto en el documental, incluso desde
el punto de vista de la presentación, se quiso mostrar en esa ocasión a
Piñera como un estadista, sentado en un avión, viendo mapas, con un
presidente de los más ensalzados por el duopolio de la prensa chilena que
era Álvaro Uribe. Luego, la presencia de dos senadores que iban a
constituirse en una suerte de soporte muy importante en la candidatura de
Piñera, participando también en esa puesta en escena.   Yo no dejaría fuera
del análisis eso de la puesta en escena: reunidos todo en un avión
presidencial, en mangas de camisa, tomando apuntes, como trabajando todos
juntos. Se quería transmitir esa imagen a la ciudadanía chilena.   Quiero
en esto hablar del rol de algunos llamados analistas internacionales que e,
realidad son funcionales a gobiernos de determinados países y determinados
intereses. Dentro de ellos está el señor Álvaro Vargas Llosa, el señor
Andrés Oppenheimer. Ambos tiene espacios de difusión, uno en La Tercera y
el otro en El Mercurio. Vargas Llosa fue decisivo para trasladar estas
ideas de la operación de Inteligencia y, por cierto, como está muy bien
expuesto en el reportaje, durante muchos días no hubo posibilidad de que
los acusados se defendieran.   Luego el gobierno sacó la voz y finalmente
se cerró el tema, sin que Piñera, Allamand y Espina dieran ninguna
explicación por lo que sucedió.   Hay elementos que recordar. Espina ya se
había hecho cargo durante la década de los noventa del tema de la Seguridad
Ciudadana, levantó el tema de la delincuencia como una de las principales
amenazas para la vida de los chilenos y además, no hay que dejar fuera del
análisis, el hecho de que Espina es senador en la Región de La Araucanía, y
que en esa condición ha levantado en el último tiempo las posiciones más de
derecha.   Están los montajes que hemos visto durante el gobierno del
presidente Piñera, que cada uno se ha ido desarmado paulatinamente y para
lo cual, especialmente La Tercera, incluso más que El Mercurio, ha jugado
un rol muy importante para tratar. Y cuando la evidencia se esfuma, dejan
de informar sin dar una explicación a la opinión pública.   Con este
documental, que está profesional y muy bien hecho, demuestra que está la
posibilidad, de encontrar a equipos de periodistas que están todos los días
trabajando para generar una reflexión distinta a la gran ola de los grandes
medios de comunicación. Hay un trabajo que está a disposición de
todos.   Instalar
que, independientemente de la encrucijada que cada uno pueda tener con la
presidencial del próximo año, no puede haber una democracia cabal si no
existe un compromiso con el pluralismo mediático. Ese compromiso no hay que
exigírselo solamente al Estado, la responsabilidad individual también
existe, como la responsabilidad colectiva que se debe ir creando.   Vemos
como se habla mucho –y con justa razón- del sistema binominal, de la
democracia de baja intensidad, yo pondría exactamente al mismo nivel el
asunto de los medios de comunicación, es un tema y una necesidad crucial y
creo que ahí también hemos tenido una carencia política, intelectual, sobre
la cual hay que profundizar más para poder jerarquizar este tema”.   Palabras
de Simone Pavin de Suburbia Productora   “Quiero compartir algunas
reflexiones a nivel audiovisual de Operación Colombia, la estrategia que
quisimos utilizar junto con reporte.cl, de darle sentido de la imagen como
atmósfera. Si ustedes se fijan, en el documental la imagen tiene ese
objetivo principal, no hay una entrevista principal, o una imagen explícita
que hayamos captado de tal o cual momento, sino que está creada un
atmósfera, con el fin de que la investigación periodística fuera lo
protagónico.   Esto mismo nos da cuenta de lo sencillo que puede ser
producir una pieza audiovisual de alta calidad, que nos permita establecer
una red de medios nacionales e internacionales, a un muy bajo costo de
producción, siendo siempre la historia lo protagónico, que en este caso fue
la investigación que hizo reporte.cl   Por lo demás, son formatos muy
livianos y que sintonizan con el lenguaje audiovisual que se utiliza hoy en
día, se puede difundir de una manera muy sencilla y por lo tanto puede ser
masificada.   Decimos además hacer este medio-metraje documental –más allá
que apareciera en un reportaje en una revista o en una Web- porque
precisamente como señala la investigación, el manejo que se hizo a nivel de
medios de comunicación de este tema, en los diarios y en la televisión, fue
parcial y defectuosa, y que con estos documentales se puede mostrar la
verdadera noticia. Incluso en instancias como esta, donde estamos reunidos
en un espacio grato, en esta cafetería Punto C, y sin duda nos da la
posibilidad de reunirnos, compartir el análisis, hacer una reflexión y no
quedarnos marginados a lo que nos ofrecen los medios de comunicaciones
tradicionales.   Estos trabajos nos van ayudando a visualizar temas que van
quedar realmente instalados y que muchas veces queda instalado, por los
medios tradicionales, lo que no era verdaderamente importante o lo más
preciso o lo que fue verdaderamente noticia como en este caso”.   Palabras
de Hugo Guzmán de reporte.cl   “Este no es un documental pretencioso. Pero
es profesional. En un país donde temas abordados como en Operación Colombia
son evitados, censurados o colocados en un rango de riesgo periodístico que
no se quiere correr. La verdad, no es menor que un Presidente, un Ministro
de Defensa y un Senador hayan estado involucrados en una operación de
Inteligencia militar montada por un gobierno extranjero en contra de
compatriotas chilenos.   Como no es menor que en estas semanas tres
profesionales de la prensa chilena hayan sufrido la misteriosa y peligrosa
sustracción de su material informativo que daba cuenta de casos de
violaciones a los derechos humanos.   Se presenta el documental en días que
terminó la segunda fase de la mesa de diálogo entre las FARC/EP y el
gobierno colombiano. Están allá, en la calurosa capital de Cuba. Antes
estuvieron en la fría ciudad de Oslo. Se está haciendo un esfuerzo serio.
Llevan 21 jornadas de trabajo y más de 100 horas de intercambio y análisis
entre ambas delegaciones.   Paradojas de la vida, el gobierno de Sebastián
Piñera que a través de Allamand, Espina y el señor Rodrigo Hinzpeter acusó
de terroristas y de promover la violencia en Chile a los insurgentes
colombianos, dio un giro y decidió ser parte de los diálogos con los que
antes acusó duramente, y designó al embajador Milenko Skoknic como
“acompañante” del proceso. Después de estigmatizar, agraviar, perseguir,
amedrentar y acusar a un grupo de compatriotas por supuestas ligas con las
FARC-EP, sin que hasta la fecha exista algún tipo de reparación por las
consecuencias de esas acciones, Piñera tiene sentado a uno de sus
funcionarios juntos a los jefes de las FARC-EP.   Tiene que ver con lo que
Fernando Paulsen llamó “periodismo de emergencia”; lo que Ryszard
Kapuscinski definió como los cinco sentidos del periodista puestos al
servicio de la información, de la indagación; o con lo que el periodista
genial, Vicente Leñero, describió como el reporteo “desentrañador de la
realidad. No de la Verdad que se escribe con mayúscula y pertenece a los
territorios de la filosofía o la metafísica, sino de esta realidad
palpitante que exige de ojos que la observen; de palabras que la describan,
de mentes que la estrujen y la manifiesten para mostrar los sucesos de
nuestro tiempo, para develar lo que se ignora, para denunciar lo que
tramposamente soslayado por los poderes políticos, económicos, religiosos:
el reportero, como detective implacable de este entorno común”.   En
realidad hace falta más periodismo procesal que episódico. Más periodismo
investigativo que declarativo.   Hace falta que el periodismo alternativo o
contra/hegemónico sea más profesional y de mejor calidad y no se quede
instalado en una mirada acomplejada y mediocre.   Hay que decir que en el
equipo que hizo este documental participó mayoritariamente un grupo de
profesionales jóvenes. De Chile y de México.   Se van a seguir haciendo
estos medio/metrajes para que como los caracoles, pequeños y sencillos,
vayan caminando en el mundo de la información dejando una estela fina que
quizá alguien vea, siga y valore.   En ocasiones basta con que un par de
ojos se abran, un par de oídos escuchen, un par de sentidos se tensionen,
para pensar que se cumplió el objetivo periodístico.   En este país, la
verdad, más allá de retóricas repetitivas, el que quiere saber mucho de lo
que pasa, contar con otra mirada editorial, acercarse a otra agenda
informativa más allá de la conservadora y tradicional, tiene a dónde
recurrir. Lo que pasa, y digamos las cosas nítidamente, es que incluso en
el campo anti/neoliberal, democrático y de izquierda, se da la espalda a
los medios contra/hegemónicos y siguen suscritos a las pautas informativas
hegemónicas.   Este documental, hay que insistir, es un breve y sencillo
aporte a estar más y mejor informados. Es un testimonio de que la mirada
nuestra, la palabra nuestra, las ideas nuestras, el pensamiento nuestro, el
análisis nuestro, puede hacerse común.   Para que comúnmente estemos más y
mejor comunicados en cuanto a lo que Leñero definió como “entorno común”.-
                 Preparan otro 9 de abril en Bogotá, esta vez a la
hondureña Escrito por Horacio Duque Giraldo  Publicado el Miércoles, 16
Enero 2013 20:29 La campaña mediática no ha tenido y no tiene límites. Detrás
la campaña esta un grupúsculo de altos empresarios&políticos. Bogotá ha
sido a lo largo de su historia, epicentro de acontecimientos
trascendentales para la vida de Colombia. Fue en la plaza de Bolívar donde
ocurrió en 1810 el famoso incidente del florero de Llorente que dio inicio
a las movilizaciones populares contra la monarquía española de Fernando VII
y por la independencia nacional. Para esa época, de cruentas guerras
civiles, se dio la batalla de San Victorino en la que salió vencedor
Antonio Nariño, el líder de los derechos humanos y la autonomía republicana. En
Bogotá, el 17 de mayo de 1854, los artesanos de Ambrosio López acompañaron
al general socialista José María Melo en una acción político-militar contra
los comerciantes libre cambistas que en asocio con los mercaderes ingleses
utilizaban el incipiente Estado para favorecer sus intereses oligárquicos. En
la capital de Colombia, el 9 de abril de 1948, ocurrió el Bogotazo, una
sangrienta acción orquestada por la derecha anticomunista y pro gringa, que
acabó con la vida del caudillo revolucionario Jorge Eliécer Gaitán, cabeza
de un gigantesco poder constituyente que daba pasos para establecer un
poder popular socialista en nuestra nación.   En noviembre de 1986
sucedieron los hechos del Palacio de Justicia, verdadero golpe de estado
del militarismo en complicidad con los políticos tradicionalistas del
bipartidismo liberal conservador, que descabezó y exterminó la vanguardia
revolucionaria urbana comprometida en la lucha por la democracia y las
libertades, contra la corrupción de la élite política tradicional.   Hoy,
2013, una conjura de los grupos más reaccionarios de la sociedad ha
perfilado un “golpe de estado” contra el gobierno progresista de Gustavo
Petro para impedir y sabotear sus planes en favor de los más pobres y
miserables de la ciudad. Es un golpe político similar al que ocurrió con el
Presidente Chávez en el año 2002, al que ocurrió en Honduras contra el
presidente Zelaya, ejecutado con las formalidades de la Corte Suprema, la
Procuraduría y la Fiscalía, obviamente con la manipulación de los grandes
medios de comunicación, y al que se dio recientemente contra el Presidente
Lugo de Paraguay desde el Senado de dicho Estado.   El golpe de Estado
contra Gustavo Petro es un golpe que deriva contra la paz en Colombia. La
movilización de las masas y la ciudadanía es la herramienta democrática
para derrotar a la ultraderecha golpista que quiere impedir los cambios en
Bogotá y en Colombia. Impidamos otro “Bogotazo” en el siglo XXI. La gran
oligarquía mafiosa no puede seguir haciendo de las suyas.

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