Thursday, March 28, 2013

COLOMBIA Zonas de Reserva Campesina negociaciones en la Habana

-- El ministro Agricultura Juan Camilo Restrepo miente sobre las Zonas de
Reserva Campesina X

 El pasado10 de marzo, la Asociación Nacional de Zonas de Reserva Campesina, Anzorc, le envió una carta abierta a la Mesa de Diálogos de La Habana, pidiéndoles al Gobierno Nacional y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC-EP, que le permita su participación directa en la mesa de conversaciones, por ser los campesinos las principales víctimas del conflicto y  potenciales beneficiarios de la paz.     Además, Anzorc invitó a las dos partes sentadas en la mesa para que asistan e intercambien criterios con el campesinado en el marco del Tercer Encuentro Nacional de Zonas de Reserva Campesina que se va a realizar los próximos 22 y 23 de marzo en el municipio de San Vicente del Caguán, Caquetá.     Las Zonas de Reserva Campesina, ZRC, están consagrada en la ley 160 de 1994, como figura de ordenamiento territorial y tienen la finalidad de: contener la extensión de la frontera agrícola; evitar la concentración de la propiedad de la tierra; garantizar la soberanía
alimentaria del país; regular la ocupación de la tierra;-     aprovechar
las tierras baldías; desarrollar y ejecutar propuestas integrales de
desarrollo rural; crear las condiciones para la consolidación de la
economía campesina; facilitar la ejecución integral de las políticas de
desarrollo rural; fortalecer los espacios de concertación social, política,
económica, ambiental y cultural, entre el Estado y las comunidades rurales,
entre otros beneficios.     En la actualidad hay seis ZRC constituidas:
Cabrera (Cundinamarca), Calamar (Guaviare), El Pato (Caquetá), el sur de
Bolívar (Bolívar), el valle del Río Cimitarra (Antioquia y Bolívar) y en el
alto Cuembí y Comandante (Putumayo).     Sin embargo las comunidades
campesinas de todo el país han venido organizándose y están construyendo al
menos otras cincuenta ZRC en 9.5 millones de hectáreas de tierra.
Sobresalen de estos proyectos: Catatumbo, Lozada- Guayabero, las cuencas de
los ríos Güejar y Cafre en San Juan de Sumapaz, Montes de María y el Cesar,
entre otras.     El tema sobre las ZRC ha sido incluido como aspecto
central de la agenda sobre desarrollo rural y acceso y uso de la tierra, en
el marco del Acuerdo General para la Terminación del Conflicto y la
Construcción de una Paz Estable y Duradera, suscrito entre el Gobierno
Nacional y las FARC-EP.     En su respuesta a la carta de Anzorc, las FARC
EP no solo apoyan la iniciativa de los campesinos de querer participar
directamente en los diálogos de paz, sino que también defienden las
iniciativas populares de exigir que la sustracción territorial a las Zonas
de Reserva Forestal sean  destinados a dar acceso gratuito a la tierra a
quienes no la tienen o poseen muy poca.     Al mismo tiempo las FARC- EP
coinciden con el campesinado en que las Zonas de Reserva Campesina son una
iniciativa agraria de paz y por ende merecen todo el respeto y apoyo
institucional y el compromiso inmediato del Gobierno Nacional de formalizar
el total de las 9.5 millones de hectáreas de tierra que hoy comprenden los
procesos organizativos a nivel nacional.     Por su parte el Gobierno por
intermedio del ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, en
contestación a la misiva de Anzorc dijo que, “las Zonas de Reserva
Campesina no son para crear republiquetas independientes” y rechazó de
plano el anhelo del campesinado de crear nuevas Zonas de Reserva Campesina
en 9.5 millones de hectáreas de tierra.     “El Gobierno no comparte, de
ninguna manera,  la opinión presentada desde La Habana, por algún vocero de
Las FARC,  de instalar  zonas de reserva campesina  en 9 millones de
hectáreas. Esto no solo sería un disparate, sino que de ninguna manera se
le podría dar autonomía o soberanía a dichas zonas.     Esto iría contra la
Ley, contra Constitución misma de Colombia y contra el espíritu con el que
fueron creadas”, dijo entre otras apreciaciones Restrepo en el marco de un
foro realizado por El Tiempo y la Universidad El Rosario.     Según algunos
medios, el ministro también señaló que al Gobierno del presidente Juan
Manuel Santos  no se le ha pasado por la cabeza ni aceptará lo sugerido en
La Habana porque, entre otras consecuencias, supondría fraccionar el  país
como si fuera un mosaico.     Igualmente mencionó que aunque hay muchas
solicitudes no ha autorizado nuevas ZRC y agregó que sólo se consideraría
la creación  de otras cuando estén dadas a satisfacción todas las
condiciones de seguridad requeridas.     En cuanto a la invitación de los
campesinos para que el Gobierno esté presente en el Tercer Encuentro de
Zonas de Reserva Campesina que se realizará el 22 y 23 de marzo en San
Vicente del Caguán, Juan Camilo Restrepo dijo que Gobierno no
asistirá.     Resulta contradictorio que el Gobierno por intermedio del ministro de Agricultura Juan Camilo Restrepo, continúe atacando y estigmatizando a las comunidades campesinas que conforman las  Zonas de Reserva Campesina existentes, as como a las organizaciones campesinas que las están construyendo, y al mismo tiempo sostenga ante la opinión pública que sus deseos de alcanzar la paz con la insurgencia son sinceros.     Es mentira que hayan sido las FARC EP quienes pidieron la creación de ZRC en 9.5 millones de hectáreas de tierra.
Esta iniciativa proviene directamente del campesinado en diferentes
regiones del país, que de hecho las han venido construyendo, amparados en
la Ley 160 de 1994, la cual se puede perfeccionar de común acuerdo entre
las partes.     Tampoco es comprensible que mientras por un lado el
Gobierno se niega a escuchar a las comunidades, a debatir con ellas, a
intercambiar ideas y llegar a acuerdos, ya sea en la Mesa de Diálogos de La
Habana, en el foro de San Vicente del Caguán o en otros escenarios,  continúe
satanizando a las ZRC de manera caprichosa y perversa.     Eso en el fondo
no es otra cosa que falta de voluntad política para construir la paz con
justicia social perdurable.     Dado que la implementación de las ZRC
subsanan en gran medida las causa que generaron el conflicto social y
armado, el Gobierno por intermedio de sus voceros, en este caso el ministro
de Agricultura, no debería atacarlas, sino por el contrario, concertarlas,
apoyarlas, agilizarlas, fortalecerlas, extenderlas por todo el país, para
garantizar la tan anhelada paz con justicia social estable y duradera.


fuente *Samuel Barinas Varela*
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MANUEL MARULANDA Y HUGO CHAVEZ FRIAS


 26/03/2013

 Artículos y Opinion
    
Ya nada puede impedir que estos dos héroes populares se abracen eternamente en la inspiración revolucionaria de sus pueblos.   
  Pese al odio desenfrenado que las clases dominantes en Colombia profesan por la revolución bolivariana de Venezuela y el Comandante Hugo Chávez, no vacilan en apelar a ellos cuando quiera que resultan convenientes a su empeño de desacreditar a las FARC-EP. La más reciente de las manipulaciones en ese sentido está representada por la repetición multiplicada de la expresión  del Presidente Chávez,al decir que soñaba con que la paz para nuestro país se consiguiera antes del fin de este año.   Así que el mejor homenaje que podemos hacer las FARC al Presidente fallecido es acelerar cuanto antes la firma de nuestra desmovilización. Así de rápido se interpreta la voluntad de Chávez, con el fin de ponerla al servicio de los intereses del imperialismo y la oligarquía colombiana. Nadie se refiere  a que la comisión designada por el gobierno atienda en La Habana las viejas aspiraciones del campesinado, las comunidades negras, los indígenas y todos los afectados en el campo por las políticas neoliberales, conducta que sin duda contribuiría a la pronta firma de un acuerdo final de paz.   El amor del Presidente Chávez por la paz y la solución política al conflicto colombiano es secuestrado por los voceros del Establecimiento, para hacerlo coincidir con los afanes electorales de Santos. Esas prisas adquieren mucho mayor peso que los frecuentes ataques de Chávez al sistema capitalista, a las pretensiones norteamericanas de dominación mundial, a las desastrosas políticas neoliberales, al arrodillamiento de cualquier país del sur ante
la voluntad del imperio, a las bases y presencia gringas en el vecindario, a la guerra y la represión como formas de responder a los clamores de los pueblos.   Ese Chávez tan parecido a Manuel Marulanda no les agrada ni pizca, prefieren no recordarlo y sobre todo ignorarlo. Resulta mucho mejor utilizar otro en beneficio de la falsa aspiración a la paz de la burguesía y el latifundio colombianos. Es por eso que a despecho de considerar que en el país hermano no existe democracia, y que Chávez era lo más parecido a un déspota egocéntrico, cada vez que requieran apelar a su figura para mostrar a las FARC que por las vías pacíficas y democráticas es posible organizar al pueblo y llegar al poder, no dudan en ponérnoslo como el ejemplo a imitar. Debiéramos ser como él, que salió a la plaza pública, sin armas, a disputar en las urnas el rumbo del Estado. Y ganó.
Olvidaron el golpe de Estado de 2002 y la formidable respuesta militar y popular que lo regres al poder.   El peligro de las interpretaciones superficiales es precisamente ese, que permiten utilizar con los propósitos más bajos, las nobles aspiraciones y los sueños más puros de los grandes hombres. La sede del gobierno colombiano deriva su nombre de que en su costado oriental existió en la antigua Bogotá la casa donde nació Antonio Nariño, el más grande de los próceres colombianos de los tiempos de la guerra de independencia contra España, quizás el único auténticamente revolucionario, que no se cansó nunca de denunciar y combatir a la clase aristocrática criolla que se creía llamada por naturaleza al poder.   Tras regresar de su larga prisión en España, aborrecido por la corte santanderista que se adhería como una sanguijuela al poder, Nariño fue acusado y juzgado ante el Senado hasta conseguir sacarlo de la vida política. Pero los herederos de Santander que hoy ocupan la Presidencia, inspirados por el mismo odio contra Simón Bolívar, habitan sin el menor escozor en la que bautizaron Casa de Nariño y hasta proclaman que por sus venas corre la misma sangre rebelde de heroínas como Antonia Santos. Cuando les sea imprescindible, se valdrán de la figura de Manuel Marulanda Vélez para denostar de las FARC de hoy. No nos cabe duda de eso.   Hombres como Bolívar y Nariño, como Marulanda y Chávez, siempre tuvieron claridad acerca de quiénes eran los principales enemigos de sus pueblos. Y los combatieron sin  tregua, fueran cuales fueran las consecuencias que ello les acarreara. Lo dieron todo por la independencia y la soberanía de la patria, por el bienestar de los más débiles y desfavorecidos. Conscientes de la importancia y la necesidad de la paz para la edificación de su obra redentora, no vacilaron en recurrir a las armas y a la fuerza de los pueblos cuando quiera que las clases dominantes pretendieron aplastar mediante la violencia y el terror su avance hacia la materialización de la justicia.   Este 26 de marzo conmemoramos las FARC-EP los cinco años de la partida de nuestro querido Comandante y fundador. Un lustro ha transcurrido desde cuando las más representativas voces de la oligarquía colombiana y el militarismo fantasearon con la debacle definitiva de las FARC y la llegada del fin del fin. El actual gobierno dio ya la espalda al sol y se acerca al final acosado por urgencias reeleccionistas. Será el tercero de los gobiernos que siguieron al de Andrés Pastrana, que decretó nuestra exterminación más de una década atrás, cuando cerró el proceso de paz del Caguán. La recia vitalidad de las FARC pone de presente cuán lejos de la realidad deambulan los sueños de los poderes dominantes,  y cuán llena de vida se halla la obra de Manuel Marulanda Vélez.   La cerrada concepción individualista que guía el pensamiento de la oligarquía y el imperialismo, atribuye a cierto hombres el papel determinante en toda construcción histórica, desechando por superflua la actuación de las masas humanas que en su dinámica generan esos paladines. Eso las conduce a creer que desaparecidos los grandes guías se derrumbarán por completo las estructuras de la lucha. Están completamente equivocados. La movilización palpitante de los pueblos puede ser confundida o desviada en algunos casos, pero siempre regresará al cauce correcto para continuar avanzando. De ahí la importancia de diseñar proyectos perdurables, capaces de esquivar los titubeos en los momentos decisorios. Marulanda y los fundadores de las FARC lo tuvieron claro, del mismo modo que Chávez y los arquitectos de la revolución venezolana. O que Fidel y los hacedores de la revolución cubana.   No se trata de naciones y
luchas distintas. Pastrana se negó de modo terminante a que el Presidente Hugo Chávez se entrevistara personalmente con Manuel Marulanda en los tiempos del Caguán. Pero se necesitaba mucho más que eso para separar los
intereses de ambos pueblos. Cada una de estas patrias posee sus particularidades y desarrollos independientes, lo cual convierte en absurda la pretensión de exportar la revolución de una frontera a otra. Pero las identidades son muchas y terminan encontrándose. Ya nada puede impedir que Marulanda y Chávez se abracen en la inspiración revolucionaria de sus pueblos. Es inútil intentar usar al uno para enturbiar la diáfana claridad del otro. Al llegar este marzo al quinto aniversario de la muerte de nuestro Comandante Manuel Marulanda, sumamos a él otro gran maestro, e Comandante Hugo Chávez, dos héroes populares hasta la eternidad.   
Montañas de Colombia, 26 de marzo de 2013.
Por Gabriel Ángel
Fuente: *Samuel Barinas Varela*
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Wednesday, March 20, 2013

Las FARC abogaron por el derecho a la consulta previa, libre e informada, incluida en las propuestas de ordenamiento territorial.


La consulta previa  

Jueves, 14 Marzo 2013 05:04. | Por Jimy Ríos. | | El gobierno se queja del mecanismo y opinadores prepago le hacen la segunda acudiendo al “interés nacional.” Hay una arremetida contra la consulta a las comunidades afectadas por los megaproyectos que intervienen su territorio.    Esta es una muestra de la promesa incumplida de la democracia participativa y una razón más para cambiar esa constitución de 1991 llena de falacias y neoliberalismo. Acostumbrados a que la participación sea utilizada solo para legitimar decisiones tomadas previamente por el gobierno, ahora chocan con comunidades preocupadas por su integridad y contrarias a la explotaciónde recursos naturales a cualquier costo.     La consulta previa   Las FARC abogaron por el derecho a la consulta previa, libre e informada, incluida en las  propuestas de ordenamiento territorial. El gobierno se queja del mecanismo y opinadores prepago le hacen la segunda acudiendo al “interés nacional.” Hay una arremetida contra la consulta a las comunidades afectadas por los megaproyectos que intervienen su territorio.    Esta es una muestra de la promesa incumplida de la democracia participativa y una razón más para cambiar esa constitución de 1991 llena de falacias y neoliberalismo. Acostumbrados a que la participación sea utilizada solo para legitimar decisiones tomadas previamente por el gobierno, ahora chocan con comunidades preocupadas por su integridad y contrarias a la explotación de recursos naturales a cualquier costo.     Dice el artículo 330 de la constitución: los territorios indígenas estarán gobernados por consejos conformados y reglamentados según los usos y costumbres de sus comunidades y ejercerán las siguientes funciones, entre otras: 1. Velar por la aplicación de las normas legales sobre usos del suelo y poblamiento de sus territorios. 2. Diseñar las políticas y los planes y programas de desarrollo económico y social dentro de su territorio, en armonía con el  Plan Nacional de Desarrollo.   Pese a esto dicho por la norma de normas, el gobierno se queja de que las comunidades no acepten los proyectos del Plan de Desarrollo neoliberal. Y es que no pueden estar en “armonía” pues los megaproyectos minero energéticos por ejemplo atentan contra una cosmovisión ancestral de la tierra y los usos que en consecuencia le dan. Al no legitimarlos, el gobierno opta por el facilismo descalificando tanto el mecanismo como las organizaciones sociales que participan.   Juan Camilo
Restrepo, ministro de Agricultura, dijo que “las consultas previas se
convirtieron en algo laberíntico, interminable y costosísimo que ha hecho crisis, y que prácticamente está paralizando la gestión estatal, tanto la legislativa como la administrativa”. No ha sido como quiere el ministro.
Con la presentación de la ley de desarrollo rural y el código minero, el
gobierno no logró convencer de sus supuestos beneficios, y por el contrario encontró rechazo.   A su turno, el viceministro para la Participación Política, Aníbal Fernández de Soto, dijo que "no podemos aceptar bajo ninguna consideración que haya intención de que la consulta se entienda como un mecanismo transaccional y, entonces, quien está interesado en impulsar un proyecto compre conciencias de las comunidades y a partir de ahí se logren acuerdos para avanzar, eso es inaceptable". Sin embargo fue el mismo gobierno quien quiso cooptar con dadivas de buenos hoteles y buena comida.   De hecho, los costos financieros de la consulta son caballo de batalla del gobierno. Unas veces dicen que cuestan 4 mil, otras siete mil y han llegado a 12 mil millones de pesos en gastos de viáticos para las representaciones de las minorías. En la estrategia de descalificar y deslegitimar los líderes y las organizaciones indígenas y afro, se han atrevido a decir que piden mejores almuerzos de los que se les ofrecen.   El periódico conservador El Colombiano dedicó la editorial para preguntarse ¿pasará a ser la consulta previa un problema inmanejable que termine trancando el progreso del país? Además de hacer propias las quejas de los
ministros, reivindica el cacareado equilibrio entre el interés general y el
particular. En su discurso, el particular es el de las minorías étnicas, y
el general, “los otros”. Pero ¿quiénes son los otros? Pues las
multinacionales y las grandes empresas de la oligarquía colombiana, que ha posicionado sus intereses como intereses nacionales.    La godorria paisa mete las “dificultades” con la consulta previa en el mismo costal de la corrupción, al decir “como si ya no tuviéramos suficiente con los
contratistas incumplidos y los carteles de la contratación.” Para la
editorial, “el desarrollo del país está en juego. Nadie aboga por
desatender a los grupos étnicos. Pero hay proyectos que hay que hacer,
leyes que aprobar y vías que terminar que no pueden estancarse por procesos de consulta que por mal manejados enredan todo hasta el infinito.”   Según el prepago Alfredo Rangel, “las llamadas consultas previas se han convertido en el más absurdo de los procedimientos del populismo... En muchos aspectos el país está y va a seguir paralizado por obra y gracia de este mecanismo cuya creación se basó en unas intenciones “políticamente correctas”, pero que con el correr de los años se ha convertido en una traba insalvable que nos hace perder a los colombianos un tiempo precios para su desarrollo y su bienestar.”   Pero ¿quiénes son esos colombianos?
Veamos las respuestas que nos da el mismo Rangel: “Es catastrófico que en el sector minero-energético se disminuya la inversión como reacción a la incertidumbre en las reglas del juego provocadas por las susodichas consultas previas. Es absurdo que los planes de erradicación de una plaga que afecta el cultivo de palma aceitera.” Rangel sirve de caja de resonancia a quienes muy seguro ofrece conferencias de seguridad y en esta oportunidad les alquiló su columna en Semana.   Y continua con el cuentico de los intereses nacionales: “Los intereses de unas minorías étnicas, por respetables que sean, se están poniendo por encima de los intereses nacionales, representados por el Estado nacional. Y esto en el dudoso caso de que las organizaciones que dicen representar a esas minorías las representen efectivamente.”   Nos seguimos preguntando: ¿es posible que escala local se defina el uso del suelo y los otros componentes de ordenamiento territorial, cuando desde el gobierno central definen el modelo de desarrollo? Cuando las comunidades locales se oponen a ese modelo, entonces el gobierno y las empresas del saqueo encuentran un estorbo en la democracia. Así pasó con los Planes de Ordenamiento Territorial elaborados por tecnócratas que miran al Pueblo como convidad de piedra. Así pasó como otros mecanismos de participación como el referendo del agua, el cual engavetaron en el congreso. Así mismo con la participación en la planeación del desarrollo. Así con los cabildos abiertos convocados para discutir problemas municipales sin ninguna
decisión vinculante.   Neoliberalismo y democracia no son compatibles. El saqueo no está en discusión. Se realiza a sangre y fuego. Prueba de ello hay por todo el territorio colombiano. 

*Samuel Barinas Varela*
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Delegación de paz FARC-EP - Ocho propuestas mínimas para las comunidades de campesinas indígens y afrodescendientes


 Ocho propuestas mínimas para el reconocimiento del derecho a la tierra y el territorio de las comunidades La Habana, Cuba, sede de los diálogos de paz marzo 11 de 2013.   
Permítannos desde este escenario de solución política en La Habana, rendir nuestro más sentido
homenaje póstumo, al comandante Hugo Chávez Frías, Presidente de la paz, de la hermandad latino-caribeña, soñador como su padre espiritual de Patria Grande y socialismo, que es humanidad. Es natural que la partida de un grande estremezca las fibras de un pueblo innúmero que avizoraba la esperanza de redención, justicia y libertad en su deslumbrante gestión de Estadista bolivariano. Chávez con su ejemplo amoroso de contumaz defensor de los pobres y excluidos, despertó en los humildes y en los hombres y mujeres pensantes de todo un continente, con sus islas, el anhelo irrefrenable de lucha por su independencia y dignidad. La Delegación de Paz, como el conjunto de las FARC-EP y la familia colombiana, también están de luto, que se convierte en fuerza moral para seguir adelante.   
A continuación presentamos un nuevo conjunto de propuestas encaminadas a la reconciliación del pueblo colombiano, que fue propósito permanente del fallecido Presidente.     Considerando que las comunidades indígenas, afrodescendientes, raizales y palanqueras ocupan un lugar central en la sociedad colombiana y, de manera especial, en la organización del territorio desde una perspectiva cultural propia sobre la vida, el relacionamiento con la naturaleza y la producción, ajena a la lógica mercantil que impone el capitalismo neoliberal; y teniendo en cuenta que la dinámica social de producción del territorio ha traído consigo la coexistencia de diversas formas culturales de vida y de producción, campesinas, indígenas y afrodescendientes, se hace necesaria la formulación de las siguientes ocho propuestas mínimas, que intentan recoger legítimas aspiraciones de esas comunidades:  
 *Derecho a la tierra y el territorio de las comunidades indígenas, afrodescendientes, raizales y palanqueras, garantizando reconocimiento real y financiación, resolución inmediata de sus aspiraciones territoriales, restitución, reparación integral y titulación colectiva; solución de los conflictos de uso en favorecimiento de las comunidades y la sostenibibilidad socio-ambiental. Los conflictos interétnicos o entre comunidades étnicas y campesinas, se resolverán de manera concertada en mesas interétnicas e interculturales.
*Se adelantarán programas financiados de sostenibilidad socio-ambiental y de contribución ala soberanía alimentaria de estos territorios. Garantía efectiva deautonomía política, económica, social, ambiental y de administración dejusticia, que incluye la formulación y puesta en marcha de sus planes de vida y la protecciones de la cultura, el conocimiento y los saberes ancestrales.
*Se garantizarán plenamente los derechos de los pobladores campesinos que vivan en los territorios indígenas o afrodescendientes, y se dispondrá de recursos extraordinarios para su financiación, distintos a los recursos transferidos a esas comunidades. *Reconocimiento y apoyo extraordinario a los planes de vida y los planes comunitarios de indígenas, afrodescendientes, raizales y palenqueros, atendiendo a sus cosmovisiones,
así como a la justa reivindicación del buen vivir. Estos planes merecerán todo reconocimiento, financiación y apoyo, en función de la transformación democrática de la formación económica y social.
 * Constitucionalización de los territorios interétnicos e interculturales que dé reconocimiento, garantías y regulación a los procesos de organización social histórica en los lugares del territorio donde existe la convivencia de diversas formas culturales de vida y de producción, campesinas, indígenas y afrodescendientes. Tales espacios representarán una de las formas de organización territorial.
 * Autonomía política, administrativa, económica,
social, ambiental y cultural de los territorios interétnicos comprendida en términos de capacidad de autogobierno, autogestión y autodeterminación que se derive del nuevo contrato social pactado en la Asamblea Nacional Constituyente.
*Organización democrática, colectiva y comunitaria de la vida
y la economía de los territorios interétnicos e interculturales, cuyo
gobierno se ejercerá mediante un Consejo Intéretnico e Intercultural, conformado por representantes de las comunidades que se integren en dichos territorios campesinos, indígenas o afrodescendientes que lo habiten. Las decisiones se fundamentarán en el consenso. *Financiación estatal de los territorios interétnicos e interculturales con recursos provenientes del sistema general de participaciones, de las regalías y de un porcentaje fijo del presupuesto general de la nación, los cuales serán administrados autónomamente. Protecciones estatales especiales para los territorios indígenas, afrodescendientes, raizales y palenqueros, y para territorios interétnicos e interculturales.
DELEGACIÓN DE PAZ DE LAS FARC-EP


*Samuel Barinas Varela*
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Gobierno colombiano y FARC-EP retoman diálogo en Cuba La Habana, 11 mar




 
(PL) El Gobierno colombiano y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) reanudan hoy en esta capital las
conversaciones de paz después de varios días de receso en la mesa de
diálogo.(RadioPL)  Las partes cerraron el pasado 1 de marzo el quinto ciclo
de las pláticas instaladas en Cuba el 19 de noviembre último, con lo qu entraron en un alto de más de una semana, etapa aprovechada según dijeron- para realizar consultas internas y pasar revista a lo abordado en el
proceso.    El diálogo en este sexto ciclo proseguirá centrado en el tema
de la tierra, el primero de los seis puntos acordados por los interlocutores para la mesa que tiene su sede en el habanero Palacio de
Convenciones, con Cuba y Noruega como garantes, y Venezuela y Chile en el papel de acompañantes.    Los equipos de paz de la guerrilla y el Ejecutivo, encabezados por el comandante Iván Márquez y el exvicepresidente
Humberto de la Calle, respectivamente, coincidieron hace 10 días en
reconocer avances en las conversaciones.    En un comunicado conjunto, destacaron los pasos dados en cuestiones como el acceso y uso de la tierra,
la formalización de la propiedad y la frontera agrícola, entre otras. También
resaltaron el aporte de la sociedad colombiana al proceso, con sus propuestas y criterios recogidos a través de los mecanismos creados por el Gobierno y las FARC-EP para la participación ciudadana.    La visión común
sobre la marcha del acercamiento despejó preocupaciones, luego de marcadas
diferencias expresadas en público por las partes sobre temas como el alto el fuego, la captura de militares, la ocupación de tierras y el modelo de
país que defienden.    El nuevo proceso de paz -después del fracaso de anteriores intentos- genera expectativas en amplios sectores de la sociedad colombiana, esperanzados con el fin de medio siglo de un conflicto que ha
dejado miles de muertos y millones de desplazados.    A partir de las aspiraciones de paz de los colombianos, el Gobierno y las FARC-EP han reiterado su compromiso con la búsqueda de la terminación de las
hostilidades.

*Samuel Barinas Varela*
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ENTREVISTA | Guerrilleras de las FARC-EP, delegación de paz en La Habana



«Lo más duro es saber que tu hijo se expone a la persecución del Estado»


Ainara LERTXUNDI
¿Qué la llevó a la guerrilla?
Patricia: El sentimiento revolucionario lo llevo en las venas, desde muy niña mis padres me inculcaron el amor a la lucha. Conocí de cerca a algunos guerrilleros heridos que llegaban a mi casa, a los que atendían, y fue hablando con ellos que me hice una mejor idea de la causa revolucionaria. Con el tiempo ratifiqué los principios de todo revolucionario: sacrificio por su pueblo, amor a la lucha y mucha lealtad al movimiento guerrillero. Hoy más que nunca estoy plenamente convencida de que el pueblo colombiano necesita un cambio urgente para buscar una salida al derramamiento de sangre entre colombianos. Por eso estamos en La Habana en conversaciones con el Gobierno. Tengo confianza en la posibilidad de encontrar una salida incruenta a los terribles problemas de orden social y a las terribles injusticias impuestas por la élite gobernante, que son las causas de la confrontación. Pero esto no lo haremos los guerrilleros solos hablando en una mesa; será producto de la participación de la gente que sufre las consecuencias de la guerra; es el pueblo en acción el único capaz de garantizar un cambio que le dé la paz a Colombia.
¿Cómo ha afectado el conflicto a las familias colombianas teniendo en cuenta los altos niveles de desplazamiento forzado, de desapariciones y muerte?
Carmenza: El hecho de que tengan que abandonar su casa, su tierra y los bienes que con tanto sacrificio han construido afecta a todos los miembros de la familia, desde al más anciano hasta al más niño. Es una calamidad, indudablemente, que no hace sino agravar otra situación ya de por sí calamitosa como lo es la miseria en la que sobreviven las familias del campo y, en general, el pueblo. De 46 millones de colombianos, 30 millones viven en situación de pobreza y de estos, 12 millones lo hacen en la indigencia.
Partiendo de esta cruda realidad, son innumerables los problemas, los abusos del poder establecido, las violaciones terribles a sus derechos fundamentales y las humillaciones a las que son sometidas las familias y, de manera más incisiva, las mujeres. Las políticas de Estado, cargadas de toda la discriminación contra la mujer, afectan, sin duda, mucho más a este sector de la población.
La represión ha desvertebrado el núcleo familiar en cantidad de ocasiones porque han asesinado a los hombres y las mujeres han tenido que ser madres y padres. De hecho, en el lenguaje sociológico colombiano es muy común hablar de «madres cabeza de familia», aunque, en realidad, muchas veces se trata de jovencitas que no son madres, sino la hermana mayor o menor de una familia que quedó viva o que debe asumir la carga familiar porque el jefe del hogar o los jefes, incluyendo padre y madre, fueron asesinados, desaparecidos o apresados.
Otro aspecto más: en el seno de las familias desplazadas, lo regular es que no haya estudio para los hijos; estas familias son tratadas por la burguesía y las clases gobernantes como si fueran la lacra de la sociedad.
Un reciente informe publicado por la Casa de la Mujer de Bogotá y la ONG Oxfam-Intermón sostiene que «entre 2001 y 2009, 489.687 mujeres de 407 municipios con presencia de fuerza pública, guerrilla y paramilitares fueron víctimas de violencia sexual, de las cuales el 82,15% no denunció por miedo o falta de información». ¿Comparten esta apreciación?
DIANA: Es muy fácil meter a la guerrilla en el mismo saco que los agentes del Estado y sus paramilitares, que son los verdaderos violadores de los derechos humanos. Con eso buscan armar una matriz informativa en contra de los que luchamos contra el Estado. Nuestro reglamento es muy claro al respecto: la violación sexual, en las filas pero también fuera de ellas, es un delito grave, que es procesado mediante consejos revolucionarios de guerra que pueden conducir a la pena máxima.
¿Qué trato reciben las guerrilleras detenidas o encarceladas?
DIANA: Existen denuncias de violaciones sexuales durante la detención, de torturas de diferente índole y de maltrato sicológico. En las cárceles de mujeres hay hacinamiento, las ubican lejos de sus familias, no les prestan atención médica -por ejemplo, las guerrilleras que llegan con heridas de guerra no son atendidas- y existe una situación general de miseria en todas las cárceles, también en las de hombres.
¿Creen que, en ocasiones, se frivoliza con la participación de la mujer en la guerrilla, al mostrarlas en situaciones alejadas al combate como peinándose, maquillándose o bailando?
Yira: Les mostraré primero lo que es para que se den cuenta de lo que no es. Está claro que quienes trafican con la desinformación nunca mostrarán una imagen real que revele lo que verdaderamente somos. Las mujeres en las FARC somos combatientes revolucionarias comprometidas seria y decididamente junto a nuestros compañeros hombres en la búsqueda de cambios profundos en la estructura de un Estado al que nuestra organización se viene enfrentando desde hace más de 40 años. Somos mujeres conscientes de la realidad, sabemos en qué país vivimos y conocemos su historia y sus luchas, en las que, de algún modo, ha habido participación activa de las mujeres. Las guerrilleras de las FARC somos mujeres con afectos, con sentimientos y de la misma manera que empuñamos un fusil para enfrentar al enemigo, que dirigimos y actuamos en las operaciones militares junto a los hombres, que respondemos a las preguntas que nos hacen en una entrevista, que escribimos un artículo para una revista o boletín de la organización, que aplicamos primeros auxilios en la línea de fuego, que operamos un radio de comunicación, que usamos un computador, que editamos un video, que conducimos un carro, un yate o una moto, o que asistimos en el parto a una campesina en una región aislada, somos capaces de cambiar un pañal, de preparar un tetero para darle al niño que encontramos solito y llorando en el rancho porque sus papás están en la parcela sembrando.
También lloramos a nuestros muertos, recordamos con nostalgia a nuestros hijos y seres queridos, sentimientos que refuerzan nuestra convicción llegando a comprender que esto es parte del sacrificio que estamos dispuestas a hacer. Nos enamoramos, nos desenamoramos, reímos, bailamos y también nos maquillamos para ocasiones que consideramos especiales, o los días de descanso, incluso algunas lo hacen cuando hay tiempo antes de ir al combate; otras no usan maquillaje, es cuestión de gustos; pero esta guerra no ha logrado arrebatarnos nuestro instinto de mujeres, nuestra feminidad y nuestra sensibilidad.
Si observa los videos donde registramos nuestras acciones militares, verá allí a las guerrilleras en posición de avance y disparando sus armas junto a los varones. Las guerrilleras en esta confrontación somos sujetos políticos y estamos cada día en una constante lucha por abrirnos espacios, con capacidad de discernir, pero también de ayudar a encontrar soluciones a las dificultades propias que se presentan en una sociedad como la nuestra, convencidas de que ningún logro se conquistará si no estamos juntos en esto, hombres y mujeres. En las FARC-EP las mujeres no somos objetos decorativos, ni de uso personal. La difusión de esos reportajes, que muchas veces son archivos que han llegado a manos de la inteligencia militar cuando han masacrado a nuestra gente en un bombardeo o en cualquier acción cobarde del Ejército, es parte de la estrategia que busca dañar nuestra imagen, pretendiendo invisibilizar nuestra actuación en las filas.
¿Cuál ha sido su momento más duro y más bello?
Marina: Lo más bello, tener a mi hijo en medio de mi familia guerrillera, contar con el apoyo, el calor y la solidaridad de ellos. Lo más duro, saber que mi hijo de ahora en adelante se expone a la persecución del Estado, como también mis padres que se hacían cargo de él, porque en Colombia los hijos de los pobres han sido asesinados, amenazados, desaparecidos, perseguidos y presionados para que entreguen a sus propios padres solo por pensar diferente, cosa que les ha imposibilitado tener una vida estable, tener amigos, vivir con sus padres y educarse.
¿Cuál es la postura de las FARC frente al aborto y ante las denuncias de que «obligan a abortar a sus guerrilleras»?
Maritza: La posición de las FARC ante los embarazos de mujeres combatientes ha ido cambiando en la medida que ingresan más compañeras; en la guerra no es posible criar hijos por dos causas fundamentales: una, no podemos traer hijos a este mundo si no podemos criarlos porque estamos trabajando para conseguir una sociedad más justa para hombres y mujeres, y no nos queda ni tiempo ni forma de hacerlo. Eso es parte del sacrificio que debemos hacer, si dejáramos a nuestros hijos con las familias o amigos, el Ejército y los diversos organismos de seguridad los perseguirían, de hecho, hay varios casos en los que han asesinado o utilizado a hijos de combatientes para llegar hasta sus padres, como es el caso de la hija de Lucero y Simón Trinidad por citar un ejemplo.
El aborto ha sido una de las salidas que hemos tenido que adoptar (reafirmada en la octava y novena conferencia), pero también se realiza un trabajo educativo permanente entre la guerrillerada -hombres y mujeres- para que planifiquemos, evitemos los embarazos y no tengamos que recurrir a los abortos. Es normal que en una agrupación de personas de ambos sexos haya relaciones sexuales y siempre hay riesgos de embarazos; cada caso es analizado por las direcciones para establecer qué hacer, cuál fue el motivo -descuido, indisciplina o accidente-, y cualquiera que sea el caso, el mando debe tomar una decisión.
Cuando uno ingresa le explican, además de las cuestiones políticas y militares y el compromiso que una o el otro adopta con la organización, que en las FARC-EP no se pueden tener hijos y que una de las medidas es el aborto. No se puede salir luego con el cuento de que somos obligadas. Claro que hay compañeras que después quieren tener el hijo y se complican las cosas, pero el 99% de las veces se resuelven sin problemas, sabemos que tenemos que hacerlo. También, no olvide, que el enemigo utiliza los embarazos en las infiltradas, como utilizan a las mujeres con infecciones de transmisión sexual para dañar la salud de los guerrilleros.
¿Qué papel desempeña la mujer colombiana en la sociedad? ¿Cómo les gustaría que fuera?
Viviana: Es bastante penoso el recorrido de la mujer dentro de la sociedad colombiana, una sociedad de vertebración machista, cuyo peso lo sufre la mujer cotidianamente.
Todos los días hacemos la pelea para decirle a la sociedad lo indispensable que es nuestro trabajo, nuestros ideales, nuestro amor y aporte. Con dificultad, pero amas de casa, madres, hijas, trabajadoras... avanzamos y, poco a poco, vamos alcanzando nuevos espacios en el ámbito profesional, como dirigentes populares o combatientes del ejército del pueblo, o de cualquier otra manera.
Sobre la mujer colombiana pesan muchas injusticias que, seguramente, son comunes a las que pesan sobre otras mujeres del continente; solamente que en nuestro caso se complican como consecuencia de la guerra.
En Colombia, las muertes y los abusos contra el movimiento popular son el pan de cada día. La guerra injusta que imponen las élites poderosas con el apoyo de Estados Unidos nos ha generado muerte, huérfanos, viudas, desplazados, desaparecidos, presos, zozobra, miseria y desconsuelo al que hay que sobreponerse con la fuerza de la dignidad sin desfallecer en la lucha por la justicia y la paz.
Las mujeres campesinas no solo sufren el abandono del régimen, sino las más miserables consecuencias de la represión del Estado colombiano. No hace mucho se dio la irrupción de los llamados falsos positivos, verdaderos crímenes de Estado sobre los que el país entero mostró su indignación y condena. Las madres o hermanas que, generalmente, son las que se quedan al frente de la lucha por encontrar la verdad y la justicia, son también victimizadas y revictimizadas cuando levantan su voz exigiendo castigo a los victimarios.
Para mayor sufrimiento de esas madres, hermanas o parientes, aprobaron el fuero militar, que lo que va a hacer es que haya total impunidad por esos crímenes del régimen y que se le entregue patente de corso para que el militarismo siga haciendo lo que quiera. Estas son políticas de Estado que todo el mundo debe repudiar.
A estas calamidades se suma el peso del trabajo doméstico, que fundamentalmente recae sobre las mujeres generándoles desgaste. No se trata de menospreciar el trabajo del hogar, sino que su menosprecio en el ambiente machista, que lo desconoce y no le da el valor tan grande que tiene en la cohesión de la familia y de la sociedad, termina colocándolo en un plano de degradación. Pienso que el trabajo doméstico es muy importante para la construcción de una sociedad, y que debería ser remunerado o valorado como generador de riqueza y coexistencia social.
¿Cómo nos gustaría que fuera? En las FARC trabajamos y luchamos en condiciones bien diferentes a las de la sociedad colombiana. Nuestro desempeño como guerrilleras entraña el germen del nuevo modelo que debe primar en la sociedad del futuro, y abogamos por que se le dé una especial atención al tema de los derechos que la mujer debe tener como parte de esta sociedad. La mujer deberá poder definir su propio destino, y no seguir siendo esclava del desconocimiento, de la ignorancia, de la discriminación; tiene que ser constructora en condiciones de igualdad y en esto debe ir de la mano con el hombre.
¿Consideran que por el hecho de ser mujeres se es más vulnerable en un conflicto o los riesgos son los mismos para hombres y mujeres?
SHIRLEY: Los riesgos que entraña la guerra son, en general, comunes para hombres y mujeres. Cuando las bombas caen sobre un campamento, no distinguen entre sexos sino que simplemente son lanzadas contra un enemigo del régimen.
Pero, sin duda, las mujeres dentro de la sociedad sufren con mayor rigor las consecuencias de la confrontación. El Gobierno tiene una política dirigida a desvertebrar la familia campesina y en ello juega mucho la discriminación contra la mujer, y como agregado, la presión contra la mujer cabeza de familia.
¿Cómo se combate el machismo dentro y fuera de la guerrilla?
Camila: En Latinoamérica la persistencia de la violencia de género es incompatible con una revolución en marcha. Porque la causa de la violencia contra las mujeres es la ausencia de igualdad ante la vida que posibilita la violación sistemática de los derechos humanos de las mujeres.
En las FARC-EP, hombres y mujeres compartimos los mismos deberes y derechos.
El machismo es una forma de sometimiento, adoctrinamiento sistemático de las directrices de un capitalismo voraz y consumista. El clero es uno de los principales manipuladores de los derechos de las mujeres.
¿Qué impacto tienen series tan populares en Colombia como «Sin tetas no hay paraíso», «El cártel del Sapo» o «Las muñecas de la mafia», en las que se intenta recrear el mundo del narcotráfico y la prostitución?
Marcela: Los medios en Colombia han sido soporte del régimen antidemocrático y fascista imperante, enviciado de la podredumbre, corrupción, mafia y narcotráfico que circula en las altas esferas del sistema financiero, político, económico, social y militar, siendo «normal» en la televisión, la radio, la prensa y ahora en internet la alineación y la distorsión de los verdaderos sucesos. Nada se dice del terrorismo de Estado ejercido por los militares y paramilitares que asesinan, desaparecen y masacran; ni de las condiciones infrahumanas en las que están los presos y prisioneros políticos, ni de los presos y muertos. Ni de la miseria en la que vive la mayoría de la gente. Ni de los bombardeos indiscriminados de la Fuerza Aérea a los campos donde gente inocente se queda ciega, inválida, sin piernas, sin brazos, loca, sorda, sin cultivos, sin casa, sin escuelas, sin campos para el deporte, sin hogares y sin esperanza, ni de la contaminación del ambiente en todos los sentidos por los químicos mortales usados por las multinacionales en las extracciones mineras.
En cambio, los medios de comunicación mantienen un ataque permanente por medio de telenovelas y películas que infunden de manera permanente el asesinato, la trampa, la deshonestidad y todo tipo de artimañas desconociendo rotundamente las causas de la opresión y del levantamiento y la lucha del pueblo y, desde luego, sus soluciones. Se deshonra al ser humano volviéndolo un objeto que se puede poner en compraventa pública para hacer negocio. Sucede lo mismo con el deporte, el empleo, la salud, la educación, la participación y todos los derechos en general.
Telenovelas como «Las chicas de la mafia», «El capo» o «Sin tetas no hay paraíso» son elementos característicos de la cultura deshumanizante que se ha instaurado como referente social, en la que prima el dinero, la perfidia, el despilfarro, la indignidad, la corrupción y el sometimiento a cualquier precio.
Mientras, sucumben de ignorancia y hambre millones de personas. Preocupa que un número considerable de ellas, en particular jóvenes, lo asuman como un rol. Realidad que se propaga en las generaciones que emergen. Lo complicado es la conversión que se da en la sique de la gente, tomando estas realidades como «normales».
¿Qué les está aportando ser partícipes directas de este diálogo?
Alexandra: Nosotras con mucho orgullo estamos participando en este proceso por la paz. Sentimos que de alguna forma estamos representando a las miles de guerrilleras que están en las montañas de Colombia, llenas de esperanza y de optimismo porque por fin vamos a lograr la tan anhelada paz con justicia social que soñamos. Para nosotras es muy grato leer todas las propuestas que nos han llegado desde los diferentes sectores, las estudiamos, las discutimos, analizamos... pero lo que más nos llena de alegría es la enorme participación de la mujer colombiana, que se ve reflejada en todas estas propuestas. La mujer colombiana -y en específico la mujer campesina- está levantando su voz, está reclamando su derecho a la tierra, a la salud, a la participación política plena y democrática. Esto para nosotras es demasiado importante; aparte de lo que nos aportan todas estas discusiones y lecturas a nuestro conocimiento y conciencia, también nos damos cuenta, cada vez con más fuerza, que en Colombia las mujeres -armadas y no armadas- estamos en pie de lucha.

FUENTE: http://gara.naiz.info/paperezkoa/20130304/390775/es/Lo-mas-duro-es-saber-que-hijo-expone-persecucion-Estado
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