La Habana, 21 feb (PL)
Las conversaciones entre las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de
Colombia-Ejercito del Pueblo (FARC-EP) y el gobierno de
Juan Manuel Santos
recesan hoy por un día, en el quinto ciclo de diálogos
que buscan conseguir la
paz para esa nación. Mientras el tema del
desarrollo agrario ha
centrado durante las tres jornadas tanto la mesa de
diálogos como la agenda pública,
esta última ha incluido además otros
asuntos: el cese
bilateral de hostilidades, la presencia en las pláticas
del comandante
guerrillero Simón Trinidad y la necesidad de la
participación popular.
Sobre el asunto de la tierra, la guerrilla
presentó el primer día
ante la prensa 10 propuestas mínimas para garantizar
la soberanía alimentaria
y el buen vivir de la población, documento que
defendió el derecho
ciudadano de definir sus propias políticas y
estrategias sustentables
de producción, comercialización y consumo de
alimentos.
A la entrada del habanero Palacio de Convenciones, sede
permanente de la mesa,
el jefe del equipo de las FARC-EP, Iván Márquez,
leyó el comunicado en el
que se abordó la necesidad de proporcionar
protección, estímulo y subsidio
a la producción campesina de alimentos, así
como lograr
encadenamientos entre diversos modelos productivos. Por
parte de la delegación
gubernamental, su jefe, Humberto de la Calle,
manifestó antes de
viajar a esta capital que para lograr el fin del
conflicto armado
colombiano, con más de medios siglo de existencia, resulta
fundamental el campo y
su transformación. "Como lo han dicho el
Presidente Juan Manuel
Santos y el ministro de Agricultura, Juan Camilo
Restrepo, la
construcción de una paz estable y duradera pasa necesariamente
por la transformación
del campo, una de cuyas variables principales es el
acceso de los campesinos
a la tierra", manifestó. La tierra encabeza la
agenda de seis temas que
guía las pláticas, seguido por las garantías para
la participación
política, el fin del conflicto armado, la solución al
problema de las drogas
ilícitas, los derechos de las víctimas y los
mecanismos de
verificación y refrendación de lo pactado en la mesa. En
el segundo día, las
FARC-EP reiteraron una vez más su disposición de
acordar con el gobierno
un cese bilateral de hostilidades, con el objetivo
de propiciar un buen
ambiente para el desarrollo de las conversaciones,
iniciadas el 19 de
noviembre con Cuba y Noruega como garantes. Es
imperativo detener el
desangre nacional, principalmente en medio de un
diálogo de paz, así como
"salir de la vorágine que obliga a que los
colombianos de estratos
bajos se maten entre sí para que los de estratos
altos vivan bien",
señalaron. Al respecto, el gobierno ha considerado
que la paz solo puede
establecerse como resultado de los eventuales
acuerdos de mesa de La
Habana. La participación de la ciudadanía en el
proceso de paz como
elemento decisivo fue tratada también por la guerrilla,
mediante un comunicado
en el que la consideraron un derecho y un deber de
obligatorio
cumplimiento, en consonancia con la Constitución colombiana.
El
documento divulgado por
Jesús Santrich, miembro de ese equipo, apuntó que
los funcionarios y la
delegación de paz del gobierno de Juan Manuel Santos
deben entender que la
intervención de personas -jurídicas o individuales-
en los procesos de paz
no puede ser criminalizada, de acuerdo con el
Derecho Internacional.
"â... incluso distintos expertos internacionales
señalan que este derecho
no es [enjuiciable] sino que además es justiciable,
exigible ante los
tribunales", agregó el comunicado. Por otro lado, los
guerrilleros reclamaron
constantemente la presencia en la mesa de Simón
Trinidad, preso en
Estados Unidos, por su capacidad para aportar al proceso
a partir de su sabiduría
y experiencia.
*Samuel Barinas Varela*
Corfisocial
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