Thursday, May 19, 2011

!ENTREGADO! MISIÓN CUMPLIDA... POR Dick Emanuelsson

!ENTREGADO! MISIÓN CUMPLIDA...

“Chávez me recuerda a Gadafi, en el 2003, cuando se asustó y comenzó a ceder”. (Colega colombiana).

POR DICK EMANUELSSON

2011-04-25 / El sueco-colombiano Joaquín Pérez fue entregado a un comando de las fuerzas especiales del ejército colombiano en el aeropuerto de Maiquetía, territorio venezolano. Sólo faltaron las palabras marciales del presidente Hugo Chávez Frías a los militares colombianos: !ENTREGADO! ¡MISIÓN CUMPLIDA!

Si, parece un hecho insólito e imposible de imaginar durante el periodo de Álvaro Uribe. Recuerdo cuando estuve en el mismo aeropuerto, el 1 de marzo de 2008. Estaba esperando la maleta por que había estado en la ciudad de Maracaibo, cubriendo el congreso fundacional del PSUV. Tenía en la grabadora una larga entrevista hecha a Alberto Muller Rojas, el vicepresidente del PSUV, caracterizado como ideólogo del partido recién nacido y antes de su muerte muy crítico a Chávez por su forma de dirigir el partido.

Recibí una llamada, por el celular, que me informaba que Juan Manuel Santos, el ministro de defensa del régimen de Uribe, había informado en Bogotá que él había dado la orden de bombardear en territorio ecuatoriano, un campamento donde estaba el comandante Raúl Reyes. Todos menos tres personas habían fallecido como producto del bombardeo. Los sobrevivientes relataron, más adelante, que varios de los guerrilleros heridos habían sido ultimados por tiros de gracia.

RUPTURA Y RECONCILIACIÓN

La reacción de Chávez llegó como un relámpago. En cadena nacional informó sobre la movilización de diez batallones de infantería y de tanques a la frontera con Colombia. ¡”GUERRA TENDRAS SI TOCAN EL TERRITORIO VENEZOLANO”!, fue el mensaje a Uribe y a Santos.

Y ahora se hablan y se ríen juntos, Santos y Chávez.

¿Qué pasó? Se pregunta más de uno.

Recuerdo una excelente crónica en la Radio Nacional de Venezuela (RNV) de Vladimir Acosta, historiador y profesor en la UCV, exigiendo o proponiendo no solamente una ruptura de las relaciones diplomáticas, en solidaridad con el gobierno y pueblo de Ecuador, según lo declarado por Chávez, sino también una ruptura económica con Colombia. Eso pegaría más fuerte y donde más dolería a los guerreristas colombianos.

Pero Chávez cayó otra vez en la trampa de Uribe, reconciliándose los dos, prometiéndose amor eterno.

Sin embargo, el amor no duró mucho. Uribe mandó a Chávez a la “Punta del Cerro”, acusándolo de intromisión en los asuntos internos de Colombia”. Y fue sólo por el hecho de que Chávez habló desde el celular de Piedad Córdoba con el general Montoya, que estaba acompañando a la senadora en la misión de una entrega de prisioneros de guerra.

PRETEXTOS Y AGRESIONES

Fue el pretexto dado por Uribe para quitarse de encima a Chávez que había sido “contratado” por Colombianos y Colombianas por la Paz para facilitar las entregas de prisioneros en manos de las FARC.

La 4a Flota, haciéndose dueño del continente americano

Y no contento por haber empeorado las relaciones con el país vecino, unos días antes de la entrega de la presidencia a Santos, Uribe organizó un espectáculo en la OEA acusando a Chávez y al gobierno venezolano por ocultar campamentos en Venezuela, usando el buscador Google Earth, como cualquier estudiante de la secundaria. Entregaron las coordenadas y todos, pusieron atención al circo político mientras desviaban la verdadera intervención en Colombia y el continente americano; las nuevas siete bases militares gringas en territorio colombiano y la reaparición de la 4ª Flota de Estados Unidos que ahora patrulla las dos costas de continente, desde Alaska, en el Norte, hasta la Patagonia en el sur.

¿Y Santos es un Santo ante esa política del Imperio de reagrupación de las fuerzas militares intervencionistas, o es un pelele de esa política?

¿Y qué pasó con ese Chávez que brillaba en sus intervenciones, desenmascarando al Imperio por su política de Puente de Guerra del territorio colombiano, no sólo contra Venezuela Bolivariana, sino contra todo el continente, especialmente contra los países aliados en el ALBA?

UN MINUTO PARA DESPEDIRSE DE SU ESPOSA

A finales del mes de septiembre del 2010, entrevisté a ocho altos dirigentes de la mayor central obrera en Venezuela, la UNT y una de las conclusiones sobre la política venezolana era que “al único de podemos dar un cheque en blanco es a Chávez”.

Fueron las palabras de ese tiempo.

¿Cómo es que ahora, Chávez ni siquiera da permiso al cónsul sueco en Caracas para visitar al sueco-colombiano, Joaquín Pérez, un refugiado político que fue recibido en Suecia con los brazos abiertos y con estatus político de refugiado?

Chávez le dio, al preso suyo, apenas un minuto para despedirse de su esposa en Estocolmo, Suecia. La llamaron para decirle que faltaban dos horas para que las autoridades venezolanas deportaran al compañero a un futuro incierto en Colombia.

Durante las 48 horas no recibió abogados ni nadie se presentó para darle asistencia judicial. No soy jurista y no sé cómo se podría llamar esto, pero como simple ser humano todo me hiede a traición a los principios políticos que tanto ha jurado aplicar Chávez.

No lo digo todo esto conmovido sólo porque Joaquín es un viejo amigo y camarada de lucha en Suecia, sino porque es el primero que cayó por la Nueva Política de Entrega de Revolucionarios, de Chávez, enmarcada en la nueva relación Santos-Chávez.

EL BOZAL DE ANDRÉS IZARRA A LOS PERIODISTAS

ANDRÉS IZARRA

El Ministro de Comunicación e Información, ANDRÉS IZARRA, hijo de un coronel del ejército venezolano, ex periodista, que según Wikipedia “trabajó en Alemania y Francia, pasando luego a México y a Estados Unidos, a las Cadenas noticiosas NBC y CNN. En 1999 volvió a Venezuela desempeñándose como Gerente de Producción de la Cadena Venezolana de Variedades RCTV”. Este hombre ha jugado un papel especial en la deportación del colega y director de la Agencia de Noticias Nueva Colombia, ANNCOL.

No me han llegado pocos correos electrónicos de colegas venezolanos que no son periodistas de los medios alternativos, sino de los “medios masivos de Chávez” como los llama la oposición golpista, diciéndome:

“Mira, colega, la campaña por censurar el tema de Joaquín Pérez la dirige Izarra directamente, y sí, es muy fuerte. Somos muchos periodistas de los medios ´oficiales´ que estamos traumatizados por esta censura, somos periodistas revolucionarios que de una u otra manera nos hemos opuesto y revelado ante esto. El cerco lo estamos rompiendo con mensajes de texto, twitter, facebook, correos, radios populares y medios alternativos junto a periodistas valientes de medios oficiales”.

La pregunta que nos hacemos es ¿por qué? ¿Qué pasó, Chávez?

¿Qué voy a decir a los lectores del diario Flamman en Suecia, donde publicamos tres páginas en tabloide con el contenido de las entrevistas a los sindicalistas del UNT con el titulo ¡AQUÍ LOS TRABAJADORES HAN TOMADO EL PODER!

Y veo a Izarra como a una persona del gobierno de Chávez dando un comunicado -que además resultaba ser un comunicado en blanco- del mismísimo Juan Manuel Santos, colocando datos falsos, asegurando que Joaquín Pérez sería ciudadano colombiano cuando desde hace diez años tiene nacionalidad sueca.

¿No te da pena, Chávez, violar todas las normas y derechos internacionales, pero sobre todo, enviando a una muerte segura a un revolucionario, un compañero nacido en la tierra bolivariana que nunca dudó en poner el pecho para trabajar y luchar por un Nuevo Estado, con justicia social poniendo las primeras piedras para el socialismo en tu país vecino?

LA LLAMADA DE SANTOS A CHÁVEZ ANTES EL ATERRIZAJE

El Tiempo publicó ayer un cable de EFE donde Santos contó que se había comunicado por teléfono con Chávez ANTES del aterrizaje del avión que llevaba a Pérez a Caracas, haciendo además el pedido de arresto de Joaquín Pérez ni bien pisara el aeropuerto de Maiquetía.

“Le di el nombre y le pedí que colaborara para su captura, no titubeó”, dijo el mandatario, quien agregó que esta mañana habló nuevamente con Chávez para agradecer la detención del guerrillero.

Todo esto da motivos a cualquier periodista para hacerse algunas preguntas:

¿Por qué no detuvieron a Pérez en Frankfurt, famoso por ser uno de los aeropuertos más seguros y vigilados del mundo, que tiene la fibra óptica directamente hacia el corazón de Interpol?

¿Y por qué no fue detenido por la policía sueca si era un contraventor? ¿Funcionan las comunicaciones entre Interpol y la policía colombiana, mucho mejor, que entre los otros dos países mencionados?

¿O era una nueva provocación o “Falso Positivo” arreglado por tu “mejor amigo colombiano”?

¿Cómo es posible que Santos sabía y tu no sobre la llegada de Pérez?

¿Te has preguntado si los gringos quizás no hubieran entregado la información a Santos, esperando que Pérez estuviera en el aire, irrevocablemente atrapado, mientras cruzaba el océano atlántico, para llamarte y pedir su captura cuando aterrizaba en Maiquetía?

¿Por qué una detención justo en Venezuela?

¿O puede ser tan sucia esta decisión de entrega de un luchador a los verdugos colombianos basada en “intercambio” de “extraditables”?

Tal vez, como tu recibiste al narcotraficante Walid Makled, ahora te tocaba, ante la presión de Santos, entregar a Pérez, quien según el jefe de la policía nacional colombiana, Oscar Naranjo, “ha hecho mucha apología del terrorismo”.

EL HERMANO NARCOTRAFICANTE DEL GENERAL COLOMBIANO

Hablando de Oscar Naranjo, a propósito de detenciones o no en Alemania, es bueno que se sepa que tiene un hermano narcotraficante condenado a diez años de cárcel y fue detenido en esa tierra.

¿Y cómo se puede detener y pedir la captura de una persona porque está haciendo “mucha apología del terrorismo”, como dijo Naranjo en la llegada de Pérez a Bogotá?

¿Cuántos años me daría Naranjo, en Colombia, por cuestionar al Estado Terrorista, tal como lo hago, pero con elementos, antes en reportajes en Colombia y ahora con datos públicos?

¿Chávez me consideraría una persona ligada al terrorismo por eso?

48 000 ARCHIVOS REMOVIDOS O CAMBIADOS EN EL LAPTOP

Montaje del DAS en El Tiempo

Ahora vuelven los correos del computador, donde los organismos de seguridad colombiana dicen que encontraron que Joaquín Pérez es el embajador de las FARC en Europa y desde ahí hasta ha intentado la compra armas.

¡Vaya como juega la fantasía, como si fuera Play Station! “El mejor mercado de armas”, me decían los comandantes de las FARC, cuando hacia reportajes en la zona bajo su control “es el mercado negro militar colombiano”. No es un secreto que también militares corruptos venezolanos, alegremente, hayan vendido armas a la guerrilla y posiblemente sigan haciéndolo.

Fueron desenmascarados también muchos militares ecuatorianos por vender armas a la guerrilla en el Putumayo y Nariño.

Rafael Samudio Molina, general de tres soles del ejército colombiano, fue ministro de Defensa Nacional de 1986 a 1988 y era uno de los generales más rabiosos y anti-FARC en Colombia. Pero resulta que el mismo general fue descubierto de ser uno de los más grandes vendedores de armas a su odiado enemigo, la guerrilla de las FARC.

Manuel Cepeda, director del semanario VOZ, órgano de los comunistas colombianos, lo desenmascaró cuando el general fue atrapado, pero jamás sentenciado, con un gran arsenal de armas entregadas a la guerrilla de las FARC. Cepeda fue asesinado el 9 de agosto de 1994 cuando iba rumbo al senado, elegido por su pueblo en las elecciones.

Los responsables intelectuales resultaron ser, un general de la inteligencia militar que a su mando tenía a dos militares profesionales y un comando de los paramilitares de las AUC.

Entonces, Chávez, ¿todavía crees en la acusación del DAS sobre que Pérez, un ingeniero industrial, sería un experto y comprador de armas adquiridas al otro lado del planeta?

EL “EMBAJADOR” QUE TRABAJABA CON ANCIANOS

Dice El Tiempo con sus canales abiertos a la inteligencia militar que las FARC lo mantenían:

“6 de septiembre del 2001 (correo de Olga Marín a Raúl Reyes): Alberto Suecia dice que Ricardo (Granda) le había aumentado el presupuesto a 1.500 dólares mensuales”.

Si fuera cierto que Pérez fuera guerrillero e integrante de la Comisión Internacional de las FARC, si fuera desempleado en un país en América Latina, la historia quizás podría tener relevancia.

Pero Pérez, a quien conozco desde 1994, siempre ha trabajado en el sector social. Trabajaba hace años en una casa de ancianos en Estocolmo, pese a su título de ingeniero. Trabajaba fin de semana por medio más el turno de la semana, jornadas de noche y de mañana.

O como decían los investigadores de Interpol cuando entregaba el resultado del computador bombardeado por Santos el 1 de marzo de 2008: “Han sido movidos, cambiados o borrados más de 48.000 archivos”.

Pero ahora viene el general Naranjo y el presidente Santos hablando que Pérez es comprador de armas en Líbano y obtiene un sueldo de 2000 dólares de las FARC bajo la mesa sin declararlos ante las autoridades de recaudación de impuestos suecas.

¿Te das cuenta, Chávez, en qué tipo de acusaciones se basan esos señores, los mismos que con el respaldo de Hillary Clinton y todos los medios de comunicación, como El Nuevo Heraldo, Globovisión, El Nacional y Cia están esperando para publicar las denuncias, en contra de ti, por tus supuestos nexos con las FARC?

COMPLACENCIA SUECA CON LA DEPORTACIÓN

¿Qué trasero intentas lavar, entregando un colombiano que quizás ha sido uno de los más fieles y fuertes defensores de la Revolución Bolivariana en la tierra sueca, donde el gobierno de la derecha sueca antichavista no movió un solo dedo para impedir y defender a un compatriota en complacencia con el Imperio y con Santos?

Así pensaba el gobierno antipopular sueco: matar dos pájaros con un solo golpe y deshacerse del problema, ante el régimen colombiano, que representa la existencia de la emisora Radio Café Stereo y ANNCOL. Pero te juro, tanto a ti, Chávez como a Santos, que desde ahora me voy a poner a trabajar activamente en la emisora como para mejorar y reforzar esa ANNCOL que dejé en 1998.

¡Hable él que me quiera impedir!

El comunicado de la UNT para defender a Joaquín Pérez y exigir al gobierno venezolano de levantar la decisión de la detención, y los centenares de correos venezolanos en apoyo al compañero Pérez, es la otra Venezuela, la Venezuela solidaria y hermosa, la Venezuela combativa y fuerte, la Venezuela revolucionaria y clasista. ¡La República Bolivariana de Venezuela!

LOS INDÍGENAS Y JOACO

Triste escribir una crónica sobre como un amigo y compañero ha sido entregado a una suerte incierta y dura, pero lo conozco, sé el dolor por dejar a su esposa y su hija de diez años y su hermano. Pero también sé que el compañero es fuerte.

¡Y cómo no va a ser fuerte cuando se enfrentó con el militarismo colombiano, allá en las montañas del Cauca, en la cuna de los indígenas Páez, en la tierra de los campesinos e indígenas que un día en 1992 lo eligieron como su concejal!

Recuerdo una anécdota de esa campaña electoral que me contaba “Joaco”. Los indígenas habían organizado un cabildo con más de 700 de sus habitantes y en la mesa estaban los dos candidatos del partido conservador, el liberal y Joaco del Partido Comunista y de la Unión Patriótica. Los candidatos bipartidistas tiraban su flamante discurso prometiendo puentes donde no había ríos, el mismo cuento de siempre de los politiqueros.

Joaco, hablaba más en detalle sobre el programa de acción y político que había elaborado junto con las comunidades del municipio de Corinto. Aplausos para los tres y después comida y chicha. Este líquido fue servido en una sola “copa” que era una “bacinilla”, un orinal.

Los dos bipartidistas se pusieron pálidos y agradecieron amablemente la chicha pero no tomaron, mientras Joaco tomó el “vaso” y lo vació. Las elecciones fueron una gran victoria para la UP y el PCC. Si no conoces los acostumbres de tu comunidad, tampoco podrás entender a solucionar sus problemas.

UN PRESO ACOMPAÑADO POR LOS PUEBLOS SOLIDARIOS

Y ante decisiones difíciles y momentos duros, Joaco es fuerte por la convicción acumulada durante años de trabajo y lucha. No lo van poder a doblegar en las mazmorras colombianas, de eso puede dar fe quien lo haya conocido.

Concluyo concordando con el comunicado de hoy de la UNT, que solo es un fragmento de miles de correos de solidaridad a Joaquín Pérez que no entrará solo a los calabozos colombianos:

“Esa detención y el contenido del comunicado del gobierno venezolano, asumiendo ya una postura condenatoria, calificando de terrorista y delincuente a un militante revolucionario, a la usanza del imperialismo yanqui y sus lacayos, son contrarios totalmente a la esperanza liberadora y antiimperialista que proyecta el proceso bolivariano”.

¿Cómo metieron y cómo se sale Chávez de esta infamia?

De Rodrigo Granda a Joaquin Pérez

Eduardo Rothe

Aporrea.org

Rodrigo Granda vivía legal y pacíficamente en Caracas desde los tiempos de Caldera como portavoz oficioso de las FARC para asuntos de paz y humanitarios. Cuando Bogotá supo que estaba negociando la libertad de Ingrid Betancourt con los franceses, envió un comando que lo secuestró el 13 de diciembre de 2004 y lo trasladó a Colombia donde el gobierno declaró haberlo capturado el 4 de enero en Cúcuta. A los 25 días de encarcelado, su nombre apareció milagrosamente como “buscado” con el famoso “Código Rojo” de Interpol. El 4 de junio de 2007, Granda, que era de las FARC fue excarcelado por la intermediación del presidente francés Nicolás Sarkozy.

El caso Pérez es diferente

Joaquín Pérez, director de la Agencia ANNCOL no pertenece a las FARC y ni falta que le hace. Abandonó Colombia hace un cuarto de siglo, huyendo de la matanza de más de 4 mil militantes de la Unión Patriótica UP, amplio y exitoso movimiento de izquierda que buscaba una salida políticas a la guerra social colombiana, y por el cual Joaquín era concejal en Corinto, Valle del Cauca, a principios de los 90. Después del asesinato de su esposa, pidió y le fue concedido asilo político en Suecia, donde fundó una familia, se dedicó al periodismo y a propiciar una salida pacífica para su Patria. Nunca volvió a Colombia donde está condenado a muerte.

¿Qué es ANNCOL?

La Agencia de Noticias Nueva Colombia (ANNCOL) fue fundada en 1996 por periodistas latinoamericanos y europeos. Mantiene un sitio de Internet desde 1998. Sus metas son «... informar sobre Colombia... ser un vocero de los sectores sin voz en Colombia sobre acciones de movimientos populares, sindicatos y comunidades avanzadas de los países latinoamericanos.... que combaten el neoliberalismo y la explotación de las personas».

¿Por qué entonces su director es acusado de terrorista por el Gobierno colombiano? Muy fácil: el gobierno colombiano tiene absoluto monopolio de los medios dentro de sus fronteras pero ANNCOL, desde Suecia, es el cuarto sitio web más leído en Colombia, con 800.000 visitas diarias y un considerable impacto informativo a nivel internacional. ANNCOL es el medio más importante de los últimos años en Colombia. Entre sus denuncias aparece la utilización de bases militares para la agresión a otros países, la masacre de civiles en la tragedia de los falsos positivos y la corrupción y nepotismo en el gobierno colombiano.

El "crimen" de ANNCOL

Son legendarias las acusaciones de Bogotá contra ANNCOL por publicar comunicados de las FARC, criticar las políticas neoliberales, presentar una visión realista del paramilitarismo y mantener una férrea oposición a Uribe. A pesar de las reiteradas investigaciones que han demostrado la ausencia de pruebas y elementos formales para acusar a ANNCOL de alguna conexión con las FARC, y a pesar de que periodistas europeos han verificado que las FARC tienen órganos de comunicación propios abiertamente identificados con ellas, los ataques continuaron.

La medida de la efectividad de ANNCOL la dio el canciller colombiano, Jaime Bermúdez cuando informó de la decisión de su Gobierno de poner en marcha una estrategia internacional para hacerle frente a la “diplomacia” exterior de las FARC. Para los periodistas de ANNCOL esto era una amenaza directa, viniendo del mismo Bermúdez que en Marzo 2008 pretendió justificar el bombardeo de territorio ecuatoriano por las Fuerzas Militares de Colombia en la "Operación Fénix" en la que murió el guerrillero "Raúl Reyes".

Periodismo

Para los periodistas de ANNCOL la campaña gubernamental contra ellos se debe a su tarea de disenso y denuncia de “las numerosas arbitrariedades cometidas (por el gobierno (de Uribe) en contra del pueblo colombiano” (…) “No pudiendo desmentir lo anterior, apela a la mentira, la maña, la injuria, el engaño, los sabotajes y a los montajes”. Estaban acostumbrados. Pero cuando el mismo Presidente Uribe declaró: “Y a esos criminales y a ese psiquiatra y a otros bandidos, que son colombianos profesionales que viven por allá en Suecia y en otros países, a todos, a todos tenemos que acabarlos”, los trabajadores de ANNCOL pidieron la protección del gobierno sueco. No era paranoia ni aspaviento: el esbirro que los espiaba desde la embajada, Ernesto Yamhure era ex asesor del genocida paramilitar Carlos Castaño, y nadie ignora que por cada palabra dicha por Álvaro Uribe en su carrera política hay un cadáver con la boca llena de sagrada tierra colombiana.

Entra Chávez

Incluyendo los asuntos de Estado, un revolucionario puede equivocarse en todo, menos con las personas. Joaquín Pérez es refugiado político con 25 años fuera de Colombia y larga trayectoria periodística. Y Chávez, tantas veces acusado de complicidad con las FARC, sabe lo que valen los “Códigos Rojos” de Interpol; y que los abrazos de unidad latinoamericana no incluyen besos a Santander ni pisotear las fosas comunes de miles y miles de campesinos, obreros, militantes de izquierda, sindicalistas, indígenas, defensores de Derechos Humanos y progresistas de Colombia.

La Patria Grande no se construye avalando mentiras. Nada, nada, absolutamente nada, vale el precio de esta entrega que, peor que un crimen o una infamia, es una torpeza y una falta que nunca debimos cometer.

(*) Eduardo Rothe es periodista y analista venezolano, popular por sus apariciones como "Profesor Lupa" en VTV. Es asesor del Ministerio del Poder Popular para la Comunicación y la Información (MINCI) y miembro del canal multiestatal TeleSUR.

Fuente: http://www.aporrea.org/ddhh/a122049.html

Chávez colabora con el linchamiento judicial de luchadores colombianos

José Antonio Gutiérrez D.

A riesgo de que se me trate de agente de la CIA, infiltrado y otras lindezas, creo necesario hablar claro en esta ocasión y decir con toda honestidad lo que pienso respecto a los recientes eventos en Venezuela-Colombia.

La detención ilegal, incomunicación y extradición de Joaquín Pérez Becerra, periodista, director de la Agencia de Noticias Nueva Colombia (ANNCOL), por parte de las autoridades venezolanas[1], es un paso extraordinariamente grave, el cual demuestra hasta qué punto el régimen está virando hacia la derecha. No hay que hacer mención detallada a las múltiples irregularidades de esta detención (Pérez Becerra era ciudadano sueco, no colombiano, pues renunció a esa nacionalidad; había obtenido asilo político lo cual lo convierte en un refugiado, estatus para el cual no le faltan méritos –sobreviviente de la UP, ex concejal de Corinto, Cauca, debió escapar tras el genocidio de su partido, del cual fue víctima su primera esposa-; se dijo que tenía alerta roja de INTERPOL, pero pasó por aeropuertos suecos y alemanes sin ningún inconveniente; etc.); basta con decir que este fue un favor al presidente colombiano Juan Manuel Santos, quien ha demostrado que ha podido superar en todos los índices de violencia a su “maestro” el ex mandatario Uribe, pese a que su retórica es un poco más edulcorada. El propio Santos reconoce con gran regocijo que este trabajo fue por encargo:

“Le di el nombre y le pedí que si nos colaboraba para su captura (…) No titubeó (…)Hablé esta mañana con el presidente Chávez, y le agradecí”[2]

¿Cuál es el crimen que supuestamente ha cometido Pérez Becerra? Según Santos, sería el cabecilla del fantasmagórico “Frente Internacional” de las FARC-EP y “ha sido el responsable durante muchísimos años de toda esa mala propaganda que le han hecho las FARC a Colombia en Europa (…) estábamos detrás de él hace mucho tiempo y por fortuna ya está a buen recaudo”. Traduciendo al criollo, el crimen que se le imputa es haber denunciado el terrorismo del Estado colombiano, que viene practicando de hace décadas al por mayor en contra del pueblo de ese país. Que ANNCOL sea ideológicamente afín o no a las FARC-EP es un tema secundario –no existe el delito de opinión en Venezuela, aún cuando en Colombia sí exista. Aunque el delito de opinión es solamente para ciertas opiniones, pues un “ideólogo” del paramilitarismo como José Obdulio Gaviria puede escribir sin ningún problema en el principal diario colombiano, El Tiempo, dar cátedra en las universidades, etc. De igual manera, gente ideológicamente afín al paramilitarismo (y con relaciones mucho más profundas que la identidad de ideas) han podido llegar a ser presidentes, senadores, diputados, y con eso si que no hay problema.

Esto no es un tema judicial. Este es un tema político, y Chávez se ha convertido en un villano del reparto en esta comedia barata. Chávez aún conserva la retórica anti-imperialista; pero de anti-imperialista conciente está mutando a colaborador de la estrategia yanqui para nuestra región. Lo han llevado hábilmente a esta comprometedora situación vía su talón de Aquiles –Colombia.

Chávez, peón de la estrategia imperialista

Cosas de la vida: hace unos años Chávez iba por la vida tratando a medio mundo de “cachorros” o “peones” del “imperio”. Pero vía Colombia, el imperio ha podido empezar a disciplinar al díscolo venezolano. Al imperialismo le bastó apretar un poco a Chávez para asustarlo, demostrando así que éste carece de valor y temple para ser un anti imperialista consecuente. Para acobardar a Chávez bastó que la oligarquía colombiana lo amenazara con los computadores de Reyes, lo chantajeara con informes del Departamento de Estado gringo y de la DEA que manifestaban su preocupación porque Venezuela se “estaba convirtiendo en un corredor para el narcotráfico” y con otras bufonadas de machotes, como mandar a decirle por boca de Uribe, “sea varón”. Uribe, jugando al policía malo ablandó a Chávez, lo quebró, lo acorraló, lo desmoralizó. Luego Santos llegó con la rama de olivo en la mano, jugando al buen policía, terminando así Chávez de sucumbir a la oligarquía colombiana que ahora lo tiene comiendo de su mano. Y que lo tienen donde lo quieren: colaborando generosamente con el Plan Colombia y con la estrategia contrainsurgente colombiana que ha dado el “Salto Estratégico” buscando la criminalización de cualquier expresión política aún lejanamente afín a la insurgencia.

Pero la colaboración de Chávez no es algo nuevo, aún cuando ahora se está volviendo sistemática. Hay que recordar que cada vez que mejoran las relaciones entre Colombia y Venezuela, Chávez se siente obligado a dar muestras de buena fe entregando a guerrilleros. Mencionaremos solamente algunos de los casos más recientes, para que no se crea que este haya sido un mero lapsus:

# En los primeros cuatro meses y medio del 2009, Venezuela extraditó a 15 presuntos guerrilleros del ELN. A comienzos de Mayo fueron extraditados Carlos Emiro Bustamante Rincón, Diego Armando Pérez Medina, Yaneth Fernández, Benjamín Terán y Gregoria Monterrosa.

# En Noviembre del 2010, extraditó a Osvaldo Espinoza, supuesto militante de las FARC-EP, y a Priscilla Ayala y Nelson Navarro, supuestos guerrilleros del ELN.

# En Enero, extraditó a Nilson Terán Ferreira, supuesto cabecilla del ELN.

# A fines de Marzo, Chávez deportó a dos supuestos miembros del ELN, Carlos Tirado y Carlos Pérez.

Toda esta gente y muchísima más, ha sido entregada sin ninguna garantía, a un gobierno como el colombiano, donde se sabe que se tortura, asesina a la disidencia y donde no hay condiciones para un juicio justo, como recientemente lo recordó de manera dramática el asesinato en Arauca de la jueza Gloria Constanza Gaona[3], y el caso del supuesto comandante fariano José Marvel Segura, el cual por irregularidades en el proceso de captura se ordenó su libertad[4] -pero ágilmente, la Fiscalía sacó debajo de su manga una nueva orden de captura contra Segura y el Consejo Superior de la Judicatura ordenó una investigación en contra del juez que dio la orden de libertad. Dicho sea de paso, cuando vencen los términos para militares acusados de violaciones de derechos humanos o de parapolíticos, cuando quedó en libertad el ex director del DAS Jorge Noguera (por crímenes muchísimo más graves que cualquiera de los que se puedan imputar a Pérez Becerra), y en muchísimas otros casos de crímenes de Estado, jamás la Fiscalía se mostró tan diligente para “castigar a los culpables”.

En los últimos meses también hemos visto a Chávez cultivando hábilmente la amistad de su “hermano mayor” Juan Manuel Santos en reuniones con Porfirio Lobos, representante máximo de la oligarquía hondureña, para discutir la reincoporación de ese país a la OEA (echándose al bolsillo a la valiente resistencia de ese país, en momentos en que sus muertos eran repartidos en la calle por la policía terrorista). Si esto no es traición, que alguien me explique qué es entonces -sobre todo después de haber vociferado a los cautro vientos que Honduras era dictadura, que lo de Junio del 2009 fue un golpe, que ese regímen violentaba al pueblo, etc.

La cobardía, el oportunismo y la traición conciente, no pueden justificarse más que por los apologistas más ciegos. Y aún peor cuando estos actos han sido hechos a cambio de nada. O de casi nada: Walid Makled será extraditado en estos días a Venezuela[5]. Nos preguntamos: ¿Cuántos compañeros han sido sacrificados en este cambalache siniestro con el régimen colombiano, a cambio de un solo miserable narcotraficante? ¿Tan poco valen los revolucionarios para Chávez? ¿Son menos que peones en un juego de ajedrez? ¿O es que Walid Makled vale en realidad mucho, porque los secretos que dice tener de Chávez, sobre corrupción y narcotráfico, a lo mejor son verdad? Tiene que haber alguna razón muy poderosa para que Chávez tenga tanto interés en Makled; o a lo mejor, en verdad, los compañeros valen poco o nada para las razones del Estado venezolano. Lo que si llama la atención, es que el régimen colombiano ha exigido a Chávez garantías sobre la protección a los derechos humanos de Makled. Chávez, por su parte, entrega a sus víctimas sin exigir ninguna garantía a cambio.

Pero lo más chocante, es que a Chávez no le basta con la colaboración práctica; debe, además, sumar su voz a la propaganda ideológica de la contrainsurgencia colombiana para demostrar su “respetabilidad burguesa”. Esto se desprende de las palabras utilizadas en el comunicado con el cual anunció su decisión de extraditar al director de ANNCOL:

“El Gobierno Bolivariano ratifica así su compromiso inquebrantable en la lucha contra el terrorismo, la delincuencia y el crimen organizado, en estricto cumplimiento de los compromisos y de la cooperación internacional, bajo los principios de paz, solidaridad y respeto a los derechos humanos.”

Nótese que es el mismo párrafo que ha utilizado en anteriores extradiciones de supuestos colaboradores o miembros de la insurgencia. No solamente condena a Pérez Becerra antes del juicio, sino que además denomina “terrorismo” a la insurgencia mientras que el Estado colombiano sería la encarnación de la “paz, la solidaridad y el respeto a los derechos humanos” (el mismo Estado colombiano de los falsos positivos, de las torturas a más de 7.000 presos sin debido proceso, el mismo de las decenas de miles de desaparecidos y los cinco millones de secuestrados, el mismo del paramilitarismo, la parapolítica y la limpieza social) ¡Qué distancia con los días en que Chávez pedía estatus de “beligerancia” para la insurgencia colombiana! Estatus de beligerancia que pedía al resto de la comunidad internacional, pero que él mismo no tuvo el valor de otorgarles, pudiendo haberlo hecho.

Es difícil saber qué es lo que espera Chávez de estas traiciones y extradiciones… ¿qué el imperialismo le perdone sus “impertinencias” del pasado? ¿ganarse la amistad de quienes no saben tener amigos, como la oligarquía colombiana? ¿qué estos lo quieran y lo dejen de tratar de “mico” y otros epítetos racistas irreproducibles? ¿conquistar al electorado conservador en las próximas elecciones? ¿solamente conseguir la extradición de Walid Makled ?

Paradójicamente, Pérez Becerra viajaba a Venezuela a interiorizarse más del “proceso bolivariano” y a llamar a la solidaridad anti-imperialista… ¡Ahora debe estar suficientemente bien interiorizado sobre el rumbo del “proceso bolivariano”!

Las Extradiciones: internacionalización de la Guerra Sucia colombiana

Como hemos aclarado en ocasiones anteriores, estas extradiciones, de las cuales Chávez es cómplice, son parte de un proceso de guerra sucia total contra la insurgencia por parte del Estado colombiano, que desde el 2002 ha decidido cerrar toda puerta al diálogo político y jugárselas por el exterminio de las fuerzas guerrilleras y del tejido social en el cual existen y se alimentan. El componente jurídico de esta guerra tiene diversos aspectos, incluido el concepto de Guerra Jurídica en contra de toda forma de oposición, defensores de derechos humanos, periodistas, jueces, etc., el cual está comprendido en los documentos de la DASpolítica.[6] El concepto de utilizar las extradiciones como estrategia de guerra y la abierta intromisión del Ejecutivo en el quehacer judicial han sido también detallados en el tercer punto del llamado “Salto Estratégico”, la política que define la estrategia militar contrainsurgente del Estado colombiano desde el 2009, con el cual se busca:

“articular el sistema judicial para que éste produzca resultados ejemplarizantes, que bajen la moral de las tropas de las FARC [ie. y de la insurgencia en su conjunto]. La extradición, en particular, ha sido usada como herramienta en este componente; otro mecanismo muy socorrido fue evitar la judicialización por rebelión y promover condenas por terrorismo (…) Al mismo tiempo, se intentó crear un sistema de protección jurídica a los efectivos de las Fuerzas Militares, con el objeto de prevenir la desmoralización de la tropa ante eventuales condenas por violaciones de los derechos humanos”[7]

El mismo Santos, entonces Ministro de Defensa, había dicho en Marzo del 2009 que “seguiremos con el tema de la judicialización, trabajando en coordinación con la Fiscalía, esto con el fin de lograr la captura y condena de los miembros activos de las organizaciones terroristas, y de sus milicias y grupos de apoyo”[8]

No cabe duda, con estas declaraciones, que lo último que puede esperar Pérez Becerra es un juicio justo en Colombia. De hecho, el hombre está condenado de antemano por sus opiniones. A comienzos del 2010 el Estado colombiano diseñó una estrategia para enfrentar a las voces disidentes en el extranjero, entre las cuales está ANNCOL. En palabras del entonces canciller Bermúdez:

“Hemos discutido con todos los embajadores la importancia de que los gobiernos extranjeros estén atentos a cualquier divulgación que permita hacer una apología del crimen o del terrorismo. Hemos también ordenado con los embajadores agendas para que nuestras comunidades de colombianos en el exterior estén atentas a este tipo de manifestaciones”[9]

Las extradiciones, entonces, juegan un papel específico en esta internacionalización de la guerra sucia colombiana: aislar a los actores insurgentes colombianos por todos los medios. Como ya lo expresé en un artículo anterior:

“La guerra sucia en Colombia hizo gran parte de esta tarea a nivel doméstico (genocidio de la UP, A Luchar, Frente Popular, diversos movimientos sociales, etc.), por ello la existencia de interlocutores en el plano internacional asumen especial importancia. En este escenario, el acoso judicial (lo que en la jerga del DAS se conoce como “guerra jurídica”) a los internacionalistas asume un rol central, y aún cuando no se consigan todas las extradiciones solicitadas, se consigue que los defensores de derechos humanos, militantes de izquierda, o simpatizantes ideológicos de la insurgencia deban pasar a la defensiva, deban entrar al juego de defenderse en lugar de denunciar al régimen. Cumple también un efecto intimidatorio en el que el temor a la extradición pueda inhibir la menor sombra de “simpatía” (o aún “empatía”) con la insurgencia, aún cuando no sea más que reconocer el origen histórico que ésta tiene en las injusticias estructurales de la sociedad colombiana. Esta política ha sido exitosa en generalizar un discurso político (sobre todo en el sector de las ONGs, el cual fue virulentamente atacado por el uribismo) en el cual se responsabiliza, primero y antes que a nadie, a la insurgencia de cualquier desgracia que ocurra en Colombia.”[10]

Ecuador también entra al juego…

Pero Venezuela no es el único país “progre” de la región que ha sido crecientemente cooptado por la estrategia imperialista y contrainsurgente de Colombia. Por parte de Ecuador, también ha habido una notable normalización de las relaciones con Colombia, deterioradas desde el bombardeo colombiano del 2008 a un campamento de las FARC-EP en territorio ecuatoriano. La normalización, que comenzó cuando Uribe aún era presidente, se convirtió en un auténtico romance con Santos en el poder –precisamente, con quien entonces era Ministro de Defensa y quien autorizó el bombardeo a territorio ecuatoriano. Después de varias rabietas y de un poco de teatro, Correa no solamente normalizó las relaciones con Colombia, a cambio de que dejaran de acusarlo de colaborar con la insurgencia, sino que además, comenzó a colaborar abiertamente con el Plan Colombia y con la estrategia contrainsurgente, diseñada por el imperialismo, en Colombia. Pese a toda la retórica de soberanía del Ecuador, el gobierno colombiano tiene a Correa precisamente donde lo quería, es decir, colaborando con el exterminio de la insurgencia:

“El Ecuador militarizó su frontera norte, llegando a posicionar 10.000 efectivos en la zona y realizando una fuerte inversión en tecnología militar, infraestructuras y armamento.

Desde entonces, las fuerzas armadas ecuatorianas han tenido varios encuentros con la guerrilla de las FARC en zonas fronterizas, consecuencia de los cuales ha habido muertos y heridos, de manera más notable en el bando insurgente. No se registran incidentes con grupos paramilitares que operan en la zona sur de Colombia, como es el caso de las Águilas Negras (escindidas de las temidas Autodefensas Unidas de Colombia), quienes actúan asociadas con los carteles de la droga y envueltas en actividades ilícitas como el tráfico de drogas, la extorsión, el robo, los secuestros y el terrorismo. Sin embargo, las actuaciones de las Águilas Negras en territorio fronterizo ecuatoriano han sido denunciadas por pobladores afro descendientes en la provincia de Esmeraldas.

La normalización de las relaciones entre Ecuador y Colombia fue precedida por la asunción de parte ecuatoriana del plan estratégico colombiano de combate a la insurgencia en la zona sur, el cual se conoció popularmente como la “estrategia del yunque y el martillo”. Según dicha estrategia, desde Colombia se golpea militarmente a la insurgencia (el martillo) quedando imposibilitado su repliegue por la acción del ejército ecuatoriano (el yunque) en su zona de retaguardia.”[11]

Como si esto fuera poco, Correa ayudó a que se sobreseyera la causa contra Santos por el bombardeo (en el cual murió un ciudadano ecuatoriano) en una corte de la región amazónica de Sucumbíos, al no presentar la Fiscalía General una acusación en su contra.

La izquierda latinoamericana en la encrucijada

La gravedad de este vuelco de los gobiernos “progresistas” de Ecuador, pero sobretodo de Venezuela, nos señalan que en el camino de buscar la “respetabilidad burguesa” estos gobiernos han sido capaces de sacrificar a algunos de sus más fieles aliados y de apuñalar por la espalda a luchadores sociales que han simpatizado con el proyecto político de Chávez - recordemos que ANNCOL ha sido un incasable defensor del “proceso bolivariano” careciendo completamente de sentido crítico. De hecho, en las anteriores extradiciones no dijeron ni pío, y terminó por cumplirse ese proverbio de Bertold Brecha que reza “primero vinieron por los otros y yo no dije nada, cuando vinieron por mí ya no quedaba nadie que me pudiera defender”.

Siempre he pensado que una de las diferencias entre la izquierda y la derecha es que la última no tiene una palabra equivalente a “compañero”. Cuando el sentido de esa palabra se pierde en medio de un mar de traiciones, ya no queda nada.

Si ahora no hay crítica, no la habrá jamás. Pero la crítica debe ir más allá del hecho puntual. Porque esto no es un paso aislado, sino que es parte de un proceso creciente de degeneración burocrática, de sofocamiento de la iniciativa y de lo poco que ha habido poder popular, de derechización de las políticas y del estilo de hacerlas. El debate ya no es si el modelo de “socialismo para el siglo XXI” se construirá más desde arriba o más desde abajo; a esta altura está claro que las iniciativas de arriba están estancadas y que se debe empezar un proceso agudo de recomposición del horizonte revolucionario para América Latina. Porque si la servidumbre ideológica al “chavismo” (sea lo que sea este concepto) se sigue imponiendo, la revolución latinoamericana entra a un punto muerto.

Cierto es que esta traición (no puedo llamarla de otra manera) ha despertado amplias críticas y que los críticos, por ahora, no han sido tratados de “agentes de la CIA”. Incluso, la sindical venezolana afecta a Chávez, ÚNETE, ha expresado:

“Esa detención y el contenido del comunicado del gobierno venezolano, asumiendo ya una postura condenatoria, calificando de terrorista y delincuente a un militante revolucionario, a la usanza del imperialismo yanqui y sus lacayos, son contrarios totalmente a la esperanza liberadora y antimperialista que proyecta el proceso bolivariano.” [Nuestro énfasis]

Pero es necesario ir más allá, según lo dicta la gravedad del acto. Los elementos genuinamente revolucionarios en el movimiento bolivariano, en lugar de limitarse a suplicar “rectificaciones” a Chávez, como si esto no fuera resultado de una orientación política conciente y bastante sistemática, sino un mero lapsus, harían mejor en abrir los ojos, comenzar un profundo proceso de autocrítica y terminar con el desesperante “culto a la personalidad” que caracteriza a la izquierda latinoamericana. La lucha popular, aún la más tibia, no es patrimonio de ningún caudillo sino que pertenece a los pueblos. Ya es hora de dejar de justificar cualquier voltereta y cualquier traición de Chávez o cualquier otro caudillo de turno.

En los momentos precisamente en que el enemigo de clase refuerza su ataque en contra de los luchadores sociales, sea cual sea su signo, es cuando hay que hacer carne ese adagio popular de que la solidaridad es la ternura de los pueblos. Si ellos internacionalizan la guerra sucia, nosotros debemos internacionalizar la lucha revolucionaria, lo cual significa no solamente el apoyo internacionalista al pueblo colombiano que resiste los embates de la oligarquía más reaccionaria y sangrienta del continente, sino que además, profundizar nuestro compromiso con las transformaciones estructurales en nuestras propias sociedades, aún cuando el status quo se disfrace con ropajes “progres”.

A los revolucionarios, el único asilo que existe es la trinchera de la solidaridad internacionalista. A Chávez, el destino de los traidores es siempre el mismo: quedarse solos.

José Antonio Gutiérrez D.

25 de Abril, 2011

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