Apoyo a la Resistencia — por el Comunismo (P-CARC) ITALIA respecto
al caso de la deportación de Joaquín Becerra (lo leen al final):
Queridos camaradas del Partido de los Comités de Apoyo a la
Resistencia — por el Comunismo (P-CARC) ITALIA:
Antes que todo gracias por su adhesión a la carta
varios intelectuales, periodistas y activistas hemos enviado hace
unas semanas al presidente de Venezuela Hugo Chávez. Ha sido un
mensaje claro de condena por la injusta detención y deportación a
Colombia por parte del gobierno venezolano del compañero y colega
periodista, director de la agencia Anncol y uno de los fundadores de la
Asociación Bolivariana de Comunicadores (ABC), a la que también
pertenece mi página web.
Como ustedes ya saben, es desde Colombia que Joaquín tuvo que huir
hace veinte años refugiándose en Europa tras las amenazas
recibidas en el marco del genocidio político sufrido por el partido
de la Unión Patriótica, al que el mismo Joaquín
pertenecía y que costó la vida también a su primera esposa.
No estoy aquí a contarles lo que era en aquellos años el
compromiso político y social de Joaquín y tampoco el grado de
violencia que el ejército colombiano y los paramilitares desataron
contra todos aquellos que buscaban una vía democrática a la
acción política en representación de las clases oprimidas, de
los campesinos, de los indígenas. Hay libros y documentos extensos y
detallados que dan testimonio de esto. De hecho Joaquín obtuvo
asilo político en Suecia y la nacionalidad de ese país.
Estas son las aclaraciones necesarias para comprender el hecho pero
también la portada de la gravedad de la deportación a Colombia de
Joaquín por parte de las autoridades venezolanas.
Hoy, en vez, tomo nota de su postura actual, muy distante de aquella
adhesión, y que me ve en total desacuerdo. Me siento en derecho y
en obligación de responderles porqué me han citado directamente
en su comunicado. Pero sobre todo porqué por la actividad
periodística que ambos desarrollamos, me siento solidaria con
Joaquín.
A este respecto me gustaría precisarles una serie de inexactitudes
contenidas en el comunicado.
En primer lugar, no es cierta la afirmación que hacen ustedes que
Joaquín Pérez Becerra era "buscado públicamente por
Colombia".
Nadie, fuera de Manuel Santos y los servicios secretos colombianos, (y
obviamente los venezolanos cuando fueron informados de la llegada de
Becerra) estaba al tanto de que Joaquín era requerido por Colombia
ni que tenía pendiente la ficha roja de Interpol (presuntamente
emitida mientras el compañero estaba en vuelo desde Alemania hacia
Caracas), tampoco el mismo Joaquín. El proceso que condujo a su
detención parece haber sido implantado en Colombia en secreto desde
casi un año y entonces durante la presidencia de Álvaro Uribe.
Lo que han hecho Santos y Chávez ahora, ha sido nada más que dar
seguimiento a un operativo impulsado por el gobierno del ex mandatario
colombiano.
Probablemente por el desconocimiento que tienen del caso, como ustedes
mismos admiten, no saben que la detención de Joaquín se inserta
perfectamente en el contexto del escándalo de las famosas
"chuzadas" del DAS (inteligencia colombiana). Con este
término se define la práctica de interceptar llamadas y correos
electrónicos ilegalmente llevada a cabo por el DAS en conjunto con la
presidencia de la República (léase Álvaro Uribe) sin
autorización previa de la Fiscalía.
Ha sido definitivamente acertado que el ex mandatario colombiano,
utilizando el DAS llevaba a cabo una verdadera persecución contra
sus opositores políticos. Hace dos años se dio conocimiento al
hecho que muchos, políticos, periodistas, activistas de los derechos
humanos, integrantes de la OEA (Organización Estados Americanos) y de
la Cruz Roja Internacional estaban investigados directamente (e
ilegalmente) por la inteligencia colombiana.
Más tarde fueron descubiertos en oficinas del DAS algunos archivos
llamados "Operación Europa" con informaciones de inteligencia
sobre los exiliados colombianos en el exterior, pero también sobre
diputados del Parlamento Europeo, miembros de diferentes ONG, incluso
el secretario general de la FIDH, Federación Internacional de los
Derechos del Hombre.
En Suecia, la embajada colombiana en ese país, tenía a nomina de
sueldos un "respetable" detective, el politólogo Ernesto
Yamhure, quien fue amigo y consejero político del jefe paramilitar
Carlos Castaño. El Sr. Yamhure ha sido visto en varias ocasiones
tomando fotografías a los refugiados colombianos en manifestaciones
o acciones de protesta contra el gobierno de Uribe.
Como si esto no fuera suficiente, las acusaciones formuladas contra
Joaquín Becerra tienen fundamento en los presuntos correos
encontrados en la computadora de Raul Reyes que se mantuvo intacta
después del bombardeo en 2008 en Ecuador donde murieron el n. 2 de
las FARC Raúl Reyes, 21 guerrilleros y 4 jóvenes estudiantes
mexicanos.
En Colombia a pesar de que un capitán de la DIJN (la policía
científica antiterrorismo) haya admitido en una declaración
jurada que en la computadora de Reyes no había correos
electrónicos y un técnico de Interpol haya declarado que en
algún momento se ha interrumpido la cadena de seguridad en la
custodia de los mismos, durante un periodo de tiempo (permitiendo
así que cualquiera hubiera podido añadir material nuevo), los
servicios secretos colombianos sacan nuevas "pruebas" cada vez
que necesitan enrollar a alguien. Lo han hecho con políticos,
militantes y activistas, con la senadora Piedad Córdoba hasta con
unos camaradas del Partido di Rifondazione Comunista.
Incluso los mismos presidentes de Venezuela y de Ecuador, Hugo Chávez
y Rafael Correa son acusados ​​de haber tenido vínculos
importantes con la guerrilla sobre la base de tales "pruebas".
Después de esta "análisis concreto de la situación"
cabe preguntarse si realmente la razón de Estado pude justificarlo
todo y sobre todo si podemos como militantes y revolucionarios ser
cómplices de todas estas mentiras, engaños y violaciones de los
derechos humanos.
A los que equivocándose, creen que Santos represente el nuevo curso
de la política colombiana, yo diría que incluso se trata de
complicidad con el ex-régimen de Álvaro Uribe, ya que esta
operación es una apéndice natural de su política de
"seguridad democrática" que tantas víctimas inocentes ha
hecho en Colombia.
¿Sobre estas bases estamos construyendo un proceso revolucionario?.
O tal vez sería más exacto decir que estamos en la misma lógica
perversa del capitalismo, por la que hay que tomar en cuenta los
"daños colaterales", como las masacres de civiles por las
bombas de la OTAN en Afganistán o el alto precio a pagar en
términos de impacto ambiental por la explotación del petróleo
en el delta del Niger por las transnacionales…
Esto es lo que desprende de su análisis y la de los compañeros de
la redacción de la revista ALBAinformazione a la que he renunciado
hace unos días: que Joaquín no es más que un "daño
colateral" en el camino accidentado de la revolución, un precio
injusto pero necesario.
Además respecto a su declaración: "No resulta ningún
acuerdo preliminar entre Joaquín Pérez Becerra y las autoridades
venezolanas según el cual éstas habrían acordado protección.
¿Alguien sostiene que la hubo?"
Nadie lo sostiene, camaradas, porque Joaquín no necesitaba de un
acuerdo previo de protección para viajar a Venezuela, como no lo
había necesitado en ocasión de otros viajes los años pasados.
Al parecer, Joaquín, así como todos los colegas y organizaciones
que en los últimos años lo habían invitado a Caracas, pensaba
que el asilo político concedido por Suecia era por sí mismo una
forma de protección. Está prohibido por el derecho internacional
deportar una persona que goza de asilo político en el país de
donde tuvo que huir. La protección la tenía y se la otorgaba
propio aquel derecho burgués que tantos revolucionarios desprecian y
que paradójicamente lo hubiera protegido (si aplicado) más de
cuanto lo ha hecho un gobierno revolucionario. Doblemente traicionado
Joaquín, por el derecho burgués y por la solidaridad
revolucionaria.
También preguntan ustedes: "¿Por qué Joaquín Pérez
Becerra viene a Caracas?. ¿Llega clandestina o públicamente?".
Estas preguntas son realmente incomprensibles. ¿Acaso ustedes
militantes del partido CARC cuando viajan por Europa les preguntan si lo
hacen "clandestina o públicamente?" ¿O los criminalizan
pidiéndoles las razones de sus viajes? ¿Y si así fuera no
gritarían a voz alta su derecho a viajar líberamente por donde
quieren? Realmente extrañas preguntas de parte de un partido
comunista revolucionario.
También se desprende de su declaración, sobre todo cuando escriben
que los camaradas no deben utilizar Venezuela "como base operativa
o como territorio de tránsito, salvo acuerdo con las autoridades
venezolanas. Si no pueden evitar hacerlo, tienen que estar dispuestos a
afrontar (y a tomar en cuenta) las consecuencias de sus eventuales
errores. Ciertamente no pueden pretender ser ellos los que dicten la
conducta y querer imponer la agenda a las autoridades venezolanas"
que comparan la situación de Becerra a la de los demás
guerrilleros que en el pasado han sido extraditados a Colombia.
Joaquín no es un guerrillero bajado de un avión en mimética y
metralleta y es un gran error, según mi opinión, la
equiparación de situaciones completamente diferentes para justificar
lo injustificable.
Y hasta en casos de guerrilleros extraditados en total apego de la ley
hay que recordar que la solidaridad revolucionaria no justifica nunca
la entrega de revolucionarios. Sabemos que el gobierno venezolano ya
había extraditado en varias ocasiones guerrilleros de las FARC y
del ELN.
Recuerdo una vez más que incluso el actual gobierno reaccionario de
Italia, se ha negado a extraditar hace unos meses en manos de
Turquía que había pedido su entrega, un líder del PKK
kurdo-detenido en su territorio, de nacionalidad holandesa. La razón
está en el hecho que en Turquía es vigente la pena de muerte. No
olvidemos que en Colombia aunque la pena de muerte no sea vigente de
manera institucional, un opositor político, un defensor de derechos
humanos, un guerrillero (que no pierde por serlo sus derechos) están
en peligro de vida. Recordemos también que la tortura es una de las
razones posibles para una negación de la entrega de personas
según la convención de Ginevra respecto a la extradición. En
Colombia se tortura y esa no es ninguna novedad, ¿O no?
Una opción diferente entonces era posible, por lo menos simplemente
respetando el Derecho. Leo pero que para ustedes esto hubiera
significado poner a riesgo la "coexistencia pacífica". Pero
la coexistencia pacífica no quiere decir la traición total de la
identidad revolucionaria ni de la solidaridad internacionalistas con las
luchas de los pueblos contra el imperialismo y el capitalismo
internacional.
Lenin decía: "Nos planteamos ahora la tarea principal de triunfar
sobre los explotadores y atraer a nuestro lado a los elementos
vacilantes. Esta es una tarea mundial. Son vacilantes toda una serie de
Estados burgueses, que como Estados burgueses, nos odian, pero como
oprimidos, prefieren vivir en paz con nosotros." Esta debería ser
la tarea, atraer los Estados vacilantes, no al revés dejarse
involucrar en sus sistemas capitalistas de explotación y opresión
del hombre sobre el hombre…
Respecto al utilizar Venezuela cómo "territorio de transito",
nosotros militantes anti-fascistas, bolivarianos, compañeros
internacionalistas, colegas y amigos de Joaquín, solidarios con la
lucha de liberación del pueblo colombiano, así como con la de
todos los pueblos oprimidos, nunca hemos considerado Venezuela
"territorio de tránsito". Por el contrario, considerábamos
y seguimos considerando Venezuela la tierra donde poder sembrar junto
al Comandante Hugo Chávez, la semilla del socialismo, donde poder
trabajar y colaborar para que diera sus mejores frutos.
Cierto, hemos considerado Venezuela "base operativa", pero no
como ustedes equivocadamente piensan, o sea una base logística de
guerrilleros infiltrados, que ponen trabas al gobierno venezolano.
Venezuela es para nosotros una fábrica donde diseñar y construir
la Patria Grande, donde construir con el liderazgo del presidente
Chávez y junto al pueblo venezolano una nueva esperanza para la
región. Sin "daños colaterales", pero sí con coherencia
y honestidad.
Además hay que añadir que peores de la detención y de la
deportación de Joaquín han sido las palabras del presidente
Chávez, expresadas después de una semana de silencio.El presidente
Chávez, como han hecho ustedes, se pregunta: ¿Quien ha invitado
Joaquín a Venezuela? ¿Quién lo ha subido al avión?
¿Qué iba a hacer en el país? Sobre todo ha acusado a los
militantes, los camaradas bolivarianos, que muchas veces han invitado
Joaquín a Venezuela, los colegas periodistas que comparten con
él la ardua tares de difundir noticias sobre el terrorismo de Estado
en Colombia y a quienes me sumo con orgullo, de que somos un
"movimiento infiltrado hasta la medula". Perdonen pero me
siento encima estas acusaciones y no puedo aceptarlo.
Y la infamia y la gravedad de las acusaciones como estas, propio ustedes
camaradas, deberían conocerlas muy bien. Propio ustedes que por
ejemplo en Roma algunas veces en pasado han sido acusados de ser un
movimiento "cuestionado". Falsas acusaciones de las cuales
siempre los he defendido. Falsas acusaciones que siempre han
acompañado por ejemplo las viejas Brigadas Rojas y otros movimientos
revolucionarios.
Además y concluyo, conocen ustedes la persecución y represión
que han sufrido y sufren muchos compañeros del partido CARC. Ustedes
mismos están difundiendo desde tiempo un llamado de solidaridad
hacia algunos camaradas del partido y en contra de la persecución
judicial a los comunistas. Sabemos que ha habido y hay juicios en
contra de dirigentes y activistas del partido por ser acusados de
sostenedores de este o aquel movimiento armado o de asociación
subversiva, todos cargos, que sabemos bien han caído por faltas de
pruebas, pero que han tenido y tienen un costo muy alto en términos
de criminalización y represión de la acción política.
Eso para decirles que no es absurdo imaginar que lo que ha sucedido con
Joaquín, con los militantes del ELN y de las FARC, con los
internacionalistas vascos expulsados ​​de Venezuela,
algún día no pueda pasar a todos nosotros.
Sólo la solidaridad entre los militantes comunistas puede ser el
antídoto a la violencia y al terrorismo de estado, pero también al
avance del imperialismo criminal y del capitalismo deshumano.
Annalisa Melandri
Santo Domingo, 20 mayo 2011
este el comunicado del Partido:
Partido de los Comités de Apoyo a la Resistencia — por el
Comunismo (P-CARC) ITALIA
Dirección Nacional – Sector de las Relaciones Internacionales
Sede: Via Tanaro, 7 — 20128 Milano — Tel/Fax 02.26306454
e-mail: resistenza [at] carc [dot] it
sito: www.carc.it
10/05/2011
El caso de Joaquin Pérez Becerra
El pasado 23 de abril las autoridades venezolanas arrestaron en el
aeropuerto de Caracas (Maiquetía) a Joaquin Pérez Becerra
consignándolo a las autoridades colombianas dos días después,
el 25 de abril. Fue como entregar un palestino a Israel, visto el rol
que el Estado Colombiano ha tenido en América Latina al servicio del
Imperialismo Usa y de las clases reaccionarias.
A partir de este hecho, parte una campaña de denuncia de Chávez
como traidor de la revolución que refuerza la acusación (ya
ampliamente difundida) de Chávez y de sus seguaces como falsos
revolucionarios.
El Partido (CARC) ha fijado posición con respecto al caso, adheriendo
a una nota crítica dirigida al presidente de Venezuela Chávez,
propuesta por la colega Annalisa Melandri, quien con algunas
compañeras del Partido, formaron parte de la Conferencia Mundial de
las Mujeres desarrollada en marzo en Venezuela. La crítica al
gobierno venezolano exprime la profunda amargura de la compañera
Melandri frente a lo sucedido.
Seguidamente, en el Partido iniciaron a desarrollarse una serie de
discusiones que impulsaron a compañeras y compañeros a prestar
mayor atención a este hecho, con el fin de desarrollar un análisis
concreto de la situación, con el ánimo del marxismo, y con el
precioso instrumento de la dialéctica que nos enseña a considerar
cada hecho y acontecimiento en su propio contexto y su relación con
las diversas partes del contexto mismo. La dialéctica nos lleva a
considerar todos (al menos los principales) aspectos de cada hecho,
acontecimiento o cosa.
Los comunistas somos materialistas dialécticos, estamos a la
vanguardia en la lucha contra el capitalismo; nos distinguimos de otros
revolucionarios porque tenemos una comprensión más avanzada de las
condiciones, formas y resultados de las luchas de clase y sobre esta
base la apoyamos a seguir adelante.
Estos son los principales principios y criterios que hay que tener
presente para examinar el caso en cuestión y decidir cómo actuar.
Sobre la base de estos principios y criterios exponemos seguidamente los
acontecimientos y las reflexiones sobre los mismos, teniendo presente
– y que no podemos obviar — nuestro escaso conocimiento directo
de los hechos y las pocas o nulas relaciones directas que tenemos con
los protagonistas de este caso.
Ha sido indiscutible el rol reaccionario del Estado colombiano y la
campaña conducida por el imperialismo USA y por el gobierno
colombiano. En esta campaña Chávez está a la defensiva: se
defiende de las acusaciones de apoyar a las FARC, sostiene que las
autoridades venezolanas no intervienen en los asuntos internos de
Colombia, trata de obtener que las autoridades colombianas (y los
imperialistas USA) no intervengan en los asuntos internos de Venezuela
–lucha por la coexistencia pacífica-: sobre esta linea trata de
unir fuerzas y aislar a la derecha.
Las autoridades venezolanas han fijado una posición defensiva en las
divergencias surgidas con las autoridades colombianas y con el
imperialismo USA que los guía, proteje, financia y usa. Pero no es
esta actitud a la defensiva -¿corresponde o no a las relaciones
forzadas que Chávez no está en capacidad para derrotar de un solo
golpe y usando sólo sus fuerzas; o es fruto de atraso, de
oportunismo, de rendición o de colaboración secreta?- que los
acusadores de Chávez ponen en discusión.
En este contexto Joaquin Pérez Becerra, buscado públicamente por
Colombia llega a Caracas. No resulta ningún acuerdo preliminar entre
Joaquín Pérez Becerra y las autoridades venezolanas según el
cual éstas habrían acordado protección. ¿Alguien sostiene
que la hubo?. ¿Por qué Joaquin Pérez Becerra viene a Caracas?.
¿Llega clandestina o públicamente? Ciertamente las autoridades
colombianas eran al corriente de su llegada.
El arribo de Joaquin Pérez Becerra ha sido una acción equivocada
(lanzada) o una provocación concordada con las autoridades
colombianas. Cuando un país se encuentra en una posición "a la
defensiva" como Venezuela, los revolucionarios en sus actividades
tienen que ser prudentes yno crear dificultades (no usar a Venezuela
como base operativa o como territorio de tránsito, salvo acuerdo con
las autoridades venezolanas). Si no pueden evitar hacerlo, tienen que
estar dispuestos a afrontar (y a tomar en cuenta) las consecuencias de
sus eventuales errores. Ciertamente no pueden pretender ser ellos los
que dicten la conducta y querer imponer la agenda a las autoridades
venezolanas. Si las autoridades de Venezuela aceptaran símilares
imposiciones, estarían a merced de sus enemigos, de sus provocadores,
de los desprevenidos: demostrando en la práctica no estar a la altura
de la tarea de la cual proclaman querer liberarse.
Joaquín Pérez Becerra no puede pretender de las autoridades
venezolanas aquello que no habían prometido. El deber de un
revolucionario en su condición de tal, es defender a las autoridades
venezolanas de cualquier acusación y denunciar a las autoridades
colombianas y al imperialismo USA de haber tejido una emboscada para
poner en dificultad a las autoridades venezolanas.
Quienes a partir de un movimiento equivocado o de una provocación
concordada con las autoridades colombianas a través del nombre de
Joaquín Pérez Becerra, han encontrado un pretexto tirano para
conducir una campaña contra Chávez y las autoridades venezolanas,
estos son una nebulosa de organismos y personalidades, cada uno movido
por motivos propios persiguiendo objetivos propios.
Es imposible y hasta equivocado entonces, tratar de juzgarlos del mismo
modo y asumir en relación a cada uno de ellos la misma conducta.
Tenemos que analizarlo caso por caso, sobre la base del análisis
concreto de cada situación , de nuestros principios y de nuestros
objetivos.
Nosotros comunistas oponemos a esta campaña las razones antes
mencionadas. Cada uno está en condición de pronunciarse sobre los
principios y los criterios que nos guian si quieren tener una
relación de unidad de criterios con nosotros. De este modo, nos
pronunciamos sobre los principios y criterios que han guiado la conducta
de aquéllos compañeros, que ya hemos claramente enunciado en
lineas anteriores.
Los pueblos, los grupos y las personas que luchan contra el sistema
imperialista mundial se encuentran actualmente frente a grandes
dificultades pero al mismo tiempo están frente a grandes
posibilidades de conseguir el éxito. Asumirse responsabilidades,
regular en cada caso la propia conducta según principios y criterios
adecuados al hecho concreto, no actuando a las ciegas ni cayendo en
trampas y provocaciones, no regulándose según el sentido común
y la cultura de la clase dominante, ni cediendo a las campañas de
desinformación y de "intoxicación" de las opiniones,
manteniendo y ampliando la unidad y elevando el nivel de las fuerzas
revolucionarias, uniendo todo aquéllo que puede ser unido y
concentrando poco a poco el ataque contra el principal enemigo,
distinguiendo amigos de enemigos, distinguiendo las contradicciones
entre nosotros y el enemigo y distinguiendo las contradicciones en el
seno del mismo pueblo. Son las condiciones para avanzar con vigor hacia
la victoria.
–
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