-- El ministro Agricultura Juan Camilo Restrepo miente sobre las Zonas de
Reserva Campesina X
El pasado10 de marzo, la Asociación Nacional de Zonas de Reserva Campesina, Anzorc, le envió una carta abierta a la Mesa de Diálogos de La Habana, pidiéndoles al Gobierno Nacional y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, FARC-EP, que le permita su participación directa en la mesa de conversaciones, por ser los campesinos las principales víctimas del conflicto y potenciales beneficiarios de la paz. Además, Anzorc invitó a las dos partes sentadas en la mesa para que asistan e intercambien criterios con el campesinado en el marco del Tercer Encuentro Nacional de Zonas de Reserva Campesina que se va a realizar los próximos 22 y 23 de marzo en el municipio de San Vicente del Caguán, Caquetá. Las Zonas de Reserva Campesina, ZRC, están consagrada en la ley 160 de 1994, como figura de ordenamiento territorial y tienen la finalidad de: contener la extensión de la frontera agrícola; evitar la concentración de la propiedad de la tierra; garantizar la soberanía
alimentaria del país; regular la ocupación de la tierra;- aprovechar
las tierras baldías; desarrollar y ejecutar propuestas integrales de
desarrollo rural; crear las condiciones para la consolidación de la
economía campesina; facilitar la ejecución integral de las políticas de
desarrollo rural; fortalecer los espacios de concertación social, política,
económica, ambiental y cultural, entre el Estado y las comunidades rurales,
entre otros beneficios. En la actualidad hay seis ZRC constituidas:
Cabrera (Cundinamarca), Calamar (Guaviare), El Pato (Caquetá), el sur de
Bolívar (Bolívar), el valle del Río Cimitarra (Antioquia y Bolívar) y en el
alto Cuembí y Comandante (Putumayo). Sin embargo las comunidades
campesinas de todo el país han venido organizándose y están construyendo al
menos otras cincuenta ZRC en 9.5 millones de hectáreas de tierra.
Sobresalen de estos proyectos: Catatumbo, Lozada- Guayabero, las cuencas de
los ríos Güejar y Cafre en San Juan de Sumapaz, Montes de María y el Cesar,
entre otras. El tema sobre las ZRC ha sido incluido como aspecto
central de la agenda sobre desarrollo rural y acceso y uso de la tierra, en
el marco del Acuerdo General para la Terminación del Conflicto y la
Construcción de una Paz Estable y Duradera, suscrito entre el Gobierno
Nacional y las FARC-EP. En su respuesta a la carta de Anzorc, las FARC
EP no solo apoyan la iniciativa de los campesinos de querer participar
directamente en los diálogos de paz, sino que también defienden las
iniciativas populares de exigir que la sustracción territorial a las Zonas
de Reserva Forestal sean destinados a dar acceso gratuito a la tierra a
quienes no la tienen o poseen muy poca. Al mismo tiempo las FARC- EP
coinciden con el campesinado en que las Zonas de Reserva Campesina son una
iniciativa agraria de paz y por ende merecen todo el respeto y apoyo
institucional y el compromiso inmediato del Gobierno Nacional de formalizar
el total de las 9.5 millones de hectáreas de tierra que hoy comprenden los
procesos organizativos a nivel nacional. Por su parte el Gobierno por
intermedio del ministro de Agricultura, Juan Camilo Restrepo, en
contestación a la misiva de Anzorc dijo que, “las Zonas de Reserva
Campesina no son para crear republiquetas independientes” y rechazó de
plano el anhelo del campesinado de crear nuevas Zonas de Reserva Campesina
en 9.5 millones de hectáreas de tierra. “El Gobierno no comparte, de
ninguna manera, la opinión presentada desde La Habana, por algún vocero de
Las FARC, de instalar zonas de reserva campesina en 9 millones de
hectáreas. Esto no solo sería un disparate, sino que de ninguna manera se
le podría dar autonomía o soberanía a dichas zonas. Esto iría contra la
Ley, contra Constitución misma de Colombia y contra el espíritu con el que
fueron creadas”, dijo entre otras apreciaciones Restrepo en el marco de un
foro realizado por El Tiempo y la Universidad El Rosario. Según algunos
medios, el ministro también señaló que al Gobierno del presidente Juan
Manuel Santos no se le ha pasado por la cabeza ni aceptará lo sugerido en
La Habana porque, entre otras consecuencias, supondría fraccionar el país
como si fuera un mosaico. Igualmente mencionó que aunque hay muchas
solicitudes no ha autorizado nuevas ZRC y agregó que sólo se consideraría
la creación de otras cuando estén dadas a satisfacción todas las
condiciones de seguridad requeridas. En cuanto a la invitación de los
campesinos para que el Gobierno esté presente en el Tercer Encuentro de
Zonas de Reserva Campesina que se realizará el 22 y 23 de marzo en San
Vicente del Caguán, Juan Camilo Restrepo dijo que Gobierno no
asistirá. Resulta contradictorio que el Gobierno por intermedio del ministro de Agricultura Juan Camilo Restrepo, continúe atacando y estigmatizando a las comunidades campesinas que conforman las Zonas de Reserva Campesina existentes, as como a las organizaciones campesinas que las están construyendo, y al mismo tiempo sostenga ante la opinión pública que sus deseos de alcanzar la paz con la insurgencia son sinceros. Es mentira que hayan sido las FARC EP quienes pidieron la creación de ZRC en 9.5 millones de hectáreas de tierra.
Esta iniciativa proviene directamente del campesinado en diferentes
regiones del país, que de hecho las han venido construyendo, amparados en
la Ley 160 de 1994, la cual se puede perfeccionar de común acuerdo entre
las partes. Tampoco es comprensible que mientras por un lado el
Gobierno se niega a escuchar a las comunidades, a debatir con ellas, a
intercambiar ideas y llegar a acuerdos, ya sea en la Mesa de Diálogos de La
Habana, en el foro de San Vicente del Caguán o en otros escenarios, continúe
satanizando a las ZRC de manera caprichosa y perversa. Eso en el fondo
no es otra cosa que falta de voluntad política para construir la paz con
justicia social perdurable. Dado que la implementación de las ZRC
subsanan en gran medida las causa que generaron el conflicto social y
armado, el Gobierno por intermedio de sus voceros, en este caso el ministro
de Agricultura, no debería atacarlas, sino por el contrario, concertarlas,
apoyarlas, agilizarlas, fortalecerlas, extenderlas por todo el país, para
garantizar la tan anhelada paz con justicia social estable y duradera.
fuente *Samuel Barinas Varela*
Corfisocial
Thursday, March 28, 2013
MANUEL MARULANDA Y HUGO CHAVEZ FRIAS
26/03/2013
Artículos y Opinion
Ya nada puede impedir que estos dos héroes
populares se abracen eternamente en la inspiración revolucionaria de sus
pueblos.
Pese al odio desenfrenado que
las clases dominantes en Colombia profesan por la revolución bolivariana de
Venezuela y el Comandante Hugo Chávez, no vacilan en apelar a ellos cuando
quiera que resultan convenientes a su empeño de desacreditar a las FARC-EP. La
más reciente de las manipulaciones en ese sentido está representada por la
repetición multiplicada de la expresión del Presidente Chávez,al decir
que soñaba con que la paz para nuestro país se consiguiera antes del fin de
este año. Así que el mejor homenaje que podemos hacer las
FARC al Presidente fallecido es acelerar cuanto antes la firma de nuestra
desmovilización. Así de rápido se interpreta la voluntad de Chávez, con el fin
de ponerla al servicio de los intereses del imperialismo y la oligarquía
colombiana. Nadie se refiere a que
la comisión designada por el gobierno atienda en La Habana las viejas aspiraciones del campesinado, las
comunidades negras, los indígenas y todos los afectados en el campo por las
políticas neoliberales, conducta que sin duda contribuiría a la pronta firma de
un acuerdo final de paz. El amor del Presidente Chávez por la paz y
la solución política al conflicto colombiano es secuestrado por los voceros
del Establecimiento, para hacerlo coincidir con los afanes electorales de
Santos. Esas prisas adquieren mucho mayor peso que los frecuentes ataques de
Chávez al sistema capitalista, a las pretensiones norteamericanas de
dominación mundial, a las desastrosas políticas neoliberales, al
arrodillamiento de cualquier país del sur ante
la voluntad del imperio, a las bases y
presencia gringas en el vecindario, a la guerra y la represión como formas de
responder a los clamores de los pueblos. Ese Chávez tan
parecido a Manuel Marulanda no les agrada ni pizca, prefieren no recordarlo y
sobre todo ignorarlo. Resulta mucho mejor utilizar otro en beneficio de la
falsa aspiración a la paz de la burguesía y el latifundio colombianos. Es por eso que
a despecho de considerar que en el país hermano no existe democracia, y que
Chávez era lo más parecido a un déspota egocéntrico, cada vez que requieran
apelar a su figura para mostrar a las FARC que por las vías pacíficas y
democráticas es posible organizar al pueblo y llegar al poder, no dudan en
ponérnoslo como el ejemplo a imitar. Debiéramos ser como él, que salió a la
plaza pública, sin armas, a disputar en las urnas el rumbo del Estado. Y ganó.
Olvidaron el golpe de Estado de 2002 y la formidable respuesta
militar y popular que lo regres al poder. El peligro de las
interpretaciones superficiales es precisamente ese, que permiten utilizar con
los propósitos más bajos, las nobles aspiraciones y los sueños más puros de los
grandes hombres. La sede del gobierno colombiano deriva su
nombre de que en su costado oriental existió en la antigua Bogotá la casa donde
nació Antonio Nariño, el más grande de los próceres colombianos de los
tiempos de la guerra de independencia contra España, quizás el único
auténticamente revolucionario, que no se cansó nunca de denunciar y combatir a
la clase aristocrática criolla que se creía llamada por naturaleza
al poder. Tras regresar de su larga prisión en España, aborrecido por la
corte santanderista que se adhería como una sanguijuela al poder, Nariño fue
acusado y juzgado ante el Senado hasta conseguir sacarlo de la vida política. Pero
los herederos de Santander que hoy ocupan la Presidencia, inspirados por el
mismo odio contra Simón Bolívar, habitan sin el menor escozor en la que
bautizaron Casa de Nariño y hasta proclaman que por sus venas corre la misma
sangre rebelde de heroínas como Antonia Santos. Cuando les sea imprescindible,
se valdrán de la figura de Manuel Marulanda Vélez para denostar de las FARC de hoy.
No nos cabe duda de eso. Hombres como Bolívar y Nariño, como Marulanda y Chávez, siempre tuvieron
claridad acerca de quiénes eran los principales enemigos de sus pueblos. Y los
combatieron sin tregua, fueran cuales fueran las consecuencias que ello
les acarreara. Lo dieron todo por la independencia y la soberanía de la patria,
por el bienestar de los más débiles y desfavorecidos. Conscientes de la
importancia y la necesidad de la paz para la edificación de su obra redentora,
no vacilaron en recurrir a las armas y a la fuerza de los pueblos cuando quiera
que las clases dominantes pretendieron aplastar mediante la violencia y el
terror su avance hacia la materialización de la justicia. Este 26
de marzo conmemoramos las FARC-EP los cinco años de
la partida de nuestro querido Comandante y fundador. Un lustro ha transcurrido
desde cuando las más representativas voces de la oligarquía colombiana y el
militarismo fantasearon con la debacle definitiva de las FARC y la llegada del
fin del fin. El actual gobierno dio ya la espalda al sol y se acerca al final acosado
por urgencias reeleccionistas. Será el tercero de los gobiernos que siguieron
al de Andrés Pastrana, que decretó nuestra exterminación más de una década
atrás, cuando cerró el proceso de paz del Caguán. La recia vitalidad de las
FARC pone de presente cuán lejos de la realidad deambulan los sueños de los
poderes dominantes, y cuán llena de vida se halla la obra de Manuel
Marulanda Vélez. La cerrada concepción individualista que guía el
pensamiento de la oligarquía y el imperialismo, atribuye a cierto hombres el
papel determinante en toda construcción histórica, desechando por superflua la
actuación de las masas humanas que en su dinámica generan esos paladines. Eso
las conduce a creer que desaparecidos los grandes guías se derrumbarán por completo las estructuras
de la lucha. Están completamente equivocados. La movilización palpitante de los
pueblos puede ser confundida o desviada en algunos casos,
pero siempre regresará al cauce correcto para continuar avanzando. De ahí la
importancia de diseñar proyectos perdurables, capaces de esquivar los titubeos
en los momentos decisorios. Marulanda y los fundadores de
las FARC lo tuvieron claro, del mismo modo que Chávez y los arquitectos de la
revolución venezolana. O que Fidel y los hacedores de la revolución cubana.
No se trata de naciones y
luchas distintas. Pastrana se negó de modo
terminante a que el Presidente Hugo Chávez se entrevistara personalmente con
Manuel Marulanda en los tiempos del Caguán. Pero se necesitaba mucho más que
eso para separar los
intereses de ambos pueblos. Cada una de
estas patrias posee sus particularidades y desarrollos independientes, lo cual
convierte en absurda la pretensión de exportar la revolución de
una frontera a otra. Pero las identidades son muchas y terminan encontrándose.
Ya nada puede impedir que Marulanda y Chávez se abracen en la inspiración
revolucionaria de sus pueblos. Es inútil intentar usar al uno para enturbiar la
diáfana claridad del otro. Al llegar este marzo al quinto aniversario de la
muerte de nuestro Comandante Manuel Marulanda, sumamos a él otro gran maestro,
e Comandante Hugo Chávez, dos héroes populares hasta la eternidad.
Montañas de Colombia, 26 de marzo de 2013.
Por Gabriel Ángel
Fuente: *Samuel Barinas Varela*
Corfisocial
Wednesday, March 20, 2013
Las FARC abogaron por el derecho a la consulta previa, libre e informada, incluida en las propuestas de ordenamiento territorial.
La consulta previa
Jueves, 14
Marzo 2013 05:04. | Por Jimy Ríos. | | El gobierno se queja del mecanismo y opinadores prepago le
hacen la segunda acudiendo al “interés nacional.” Hay una arremetida
contra la consulta a las comunidades afectadas por los megaproyectos que
intervienen su territorio. Esta es una muestra de la promesa incumplida de la
democracia participativa y una razón más para cambiar esa constitución de
1991 llena de falacias y neoliberalismo. Acostumbrados a que la
participación sea utilizada solo para legitimar decisiones tomadas
previamente por el gobierno, ahora chocan con comunidades preocupadas por su integridad
y contrarias a la explotaciónde recursos naturales a cualquier costo.
La consulta previa Las FARC abogaron por el derecho a la consulta
previa, libre e informada, incluida en las propuestas de ordenamiento
territorial. El gobierno se queja del mecanismo y opinadores prepago le hacen la
segunda acudiendo al “interés nacional.” Hay una arremetida contra la
consulta a las comunidades afectadas por los megaproyectos que
intervienen su territorio. Esta es una muestra de la promesa incumplida de la
democracia participativa y una razón más para cambiar esa constitución de
1991 llena de falacias y neoliberalismo. Acostumbrados a que la
participación sea utilizada solo para legitimar decisiones tomadas
previamente por el gobierno, ahora chocan con comunidades preocupadas por su
integridad y contrarias a la explotación de recursos naturales a cualquier costo.
Dice el artículo 330 de la constitución: los territorios indígenas
estarán gobernados por consejos conformados y reglamentados según los usos
y costumbres de sus comunidades y ejercerán las siguientes funciones, entre
otras: 1. Velar por la aplicación de las normas legales sobre usos
del suelo y poblamiento de sus territorios. 2. Diseñar las políticas y los
planes y programas de desarrollo económico y social dentro de su
territorio, en armonía con el Plan Nacional de Desarrollo.
Pese a esto dicho por la norma de normas, el gobierno se queja de que las comunidades no
acepten los proyectos del Plan de Desarrollo neoliberal. Y es que no
pueden estar en “armonía” pues los megaproyectos minero energéticos por
ejemplo atentan contra una cosmovisión ancestral de la tierra y los usos que en
consecuencia le dan. Al no legitimarlos, el gobierno opta por el
facilismo descalificando tanto el mecanismo como las organizaciones sociales
que participan. Juan Camilo
Restrepo, ministro de Agricultura, dijo que
“las consultas previas se
convirtieron en algo laberíntico,
interminable y costosísimo que ha hecho crisis, y que prácticamente está paralizando
la gestión estatal, tanto la legislativa como la administrativa”. No ha
sido como quiere el ministro.
Con la presentación de la ley de desarrollo
rural y el código minero, el
gobierno no logró convencer de sus
supuestos beneficios, y por el contrario encontró rechazo. A su turno,
el viceministro para la Participación Política, Aníbal Fernández de Soto, dijo
que "no podemos aceptar bajo ninguna consideración que haya intención de
que la consulta se entienda como un mecanismo transaccional y, entonces,
quien está interesado en impulsar un proyecto compre conciencias de
las comunidades y a partir de ahí se logren acuerdos para avanzar, eso es
inaceptable". Sin embargo fue el mismo gobierno quien quiso cooptar con
dadivas de buenos hoteles y buena comida. De hecho, los costos
financieros de la consulta son caballo de batalla del gobierno. Unas veces dicen que
cuestan 4 mil, otras siete mil y han llegado a 12 mil millones de pesos en
gastos de viáticos para las representaciones de las minorías. En la estrategia
de descalificar y deslegitimar los líderes y las
organizaciones indígenas y afro, se han atrevido a decir que piden mejores
almuerzos de los que se les ofrecen. El periódico conservador El Colombiano dedicó
la editorial para preguntarse ¿pasará a ser la consulta previa un
problema inmanejable que termine trancando el progreso del país? Además de
hacer propias las quejas de los
ministros, reivindica el cacareado
equilibrio entre el interés general y el
particular. En su discurso, el particular
es el de las minorías étnicas, y
el general, “los otros”. Pero ¿quiénes son
los otros? Pues las
multinacionales y las grandes empresas de
la oligarquía colombiana, que ha posicionado sus intereses como intereses
nacionales. La godorria paisa mete las “dificultades” con la consulta
previa en el mismo costal de la corrupción, al decir “como si ya no
tuviéramos suficiente con los
contratistas incumplidos y los carteles de
la contratación.” Para la
editorial, “el desarrollo del país está en
juego. Nadie aboga por
desatender a los grupos étnicos. Pero hay
proyectos que hay que hacer,
leyes que aprobar y vías que terminar que
no pueden estancarse por procesos de consulta que por mal manejados enredan
todo hasta el infinito.” Según el prepago Alfredo Rangel, “las llamadas
consultas previas se han convertido en el más absurdo de los
procedimientos del populismo... En muchos aspectos el país está y va a seguir
paralizado por obra y gracia de este mecanismo cuya creación se basó en
unas intenciones “políticamente correctas”, pero que con el correr de los
años se ha convertido en una traba insalvable que nos hace perder a los
colombianos un tiempo precios para su desarrollo y su bienestar.”
Pero ¿quiénes son esos colombianos?
Veamos las respuestas que nos da el mismo
Rangel: “Es catastrófico que en el sector minero-energético se disminuya la
inversión como reacción a la incertidumbre en las reglas del juego
provocadas por las susodichas consultas previas. Es absurdo que los
planes de erradicación de una plaga que afecta el cultivo de palma aceitera.”
Rangel sirve de caja de resonancia a quienes muy seguro ofrece
conferencias de seguridad y en esta oportunidad les alquiló su columna en
Semana. Y continua con el cuentico de los intereses nacionales: “Los intereses
de unas minorías étnicas, por respetables que sean, se están poniendo por
encima de los intereses nacionales, representados por el Estado
nacional. Y esto en el dudoso caso de que las organizaciones que dicen
representar a esas minorías las representen efectivamente.” Nos
seguimos preguntando: ¿es posible que escala local se defina el uso del suelo y
los otros componentes de ordenamiento territorial, cuando desde el
gobierno central definen el modelo de desarrollo? Cuando las
comunidades locales se oponen a ese modelo, entonces el gobierno y las empresas
del saqueo encuentran un estorbo en la democracia. Así pasó con los
Planes de Ordenamiento Territorial elaborados por tecnócratas que
miran al Pueblo como convidad de piedra. Así pasó como otros mecanismos
de participación como el referendo del agua, el cual engavetaron en
el congreso. Así mismo con la participación en la planeación del
desarrollo. Así con los cabildos abiertos convocados para discutir problemas
municipales sin ninguna
decisión vinculante.
Neoliberalismo y democracia no son compatibles. El saqueo no está en discusión. Se realiza a
sangre y fuego. Prueba de ello hay por todo el territorio colombiano.
*Samuel Barinas Varela*
Corfisocial
Delegación de paz FARC-EP - Ocho propuestas mínimas para las comunidades de campesinas indígens y afrodescendientes
Ocho
propuestas mínimas para el reconocimiento del derecho a la tierra y el
territorio de las comunidades La Habana, Cuba, sede de los diálogos de paz
marzo 11 de 2013.
Permítannos desde este escenario
de solución política en La Habana, rendir nuestro más sentido
homenaje póstumo, al comandante
Hugo Chávez Frías, Presidente de la paz, de la hermandad latino-caribeña,
soñador como su padre espiritual de Patria Grande y socialismo, que es
humanidad. Es natural que la partida de un grande estremezca las fibras de un
pueblo innúmero que avizoraba la esperanza de redención, justicia y libertad en
su deslumbrante gestión de Estadista bolivariano. Chávez
con su ejemplo amoroso de contumaz defensor de los pobres y excluidos, despertó
en los humildes y en los hombres y mujeres pensantes de todo un continente, con
sus islas, el anhelo irrefrenable de lucha por su
independencia y dignidad. La Delegación de Paz, como el conjunto de las FARC-EP
y la familia colombiana, también están de luto, que se convierte en fuerza
moral para seguir adelante.
A continuación presentamos un
nuevo conjunto de propuestas encaminadas a la reconciliación del pueblo
colombiano, que fue propósito permanente del fallecido Presidente.
Considerando que las comunidades indígenas, afrodescendientes,
raizales y palanqueras ocupan un lugar central en la sociedad colombiana y, de
manera especial, en la organización del territorio desde una perspectiva
cultural propia sobre la vida, el relacionamiento con la
naturaleza y la producción, ajena a la lógica mercantil que impone el
capitalismo neoliberal; y teniendo en cuenta que la dinámica social de
producción del territorio ha traído consigo la coexistencia de diversas formas
culturales de vida y de producción, campesinas, indígenas y afrodescendientes,
se hace necesaria la formulación de las siguientes ocho propuestas mínimas, que
intentan recoger legítimas aspiraciones de esas
comunidades:
*Derecho a la tierra y el
territorio de las comunidades indígenas,
afrodescendientes, raizales y palanqueras, garantizando reconocimiento real y
financiación, resolución inmediata de sus aspiraciones territoriales,
restitución, reparación integral y titulación colectiva; solución de los
conflictos de uso en favorecimiento de las comunidades y la sostenibibilidad
socio-ambiental. Los conflictos interétnicos o entre comunidades étnicas y
campesinas, se resolverán de manera concertada en mesas
interétnicas e interculturales.
*Se adelantarán programas
financiados de sostenibilidad socio-ambiental y de contribución ala soberanía alimentaria
de estos territorios. Garantía efectiva deautonomía política, económica,
social, ambiental y de administración dejusticia, que incluye la formulación y
puesta en marcha de sus planes de vida y la protecciones de la cultura, el
conocimiento y los saberes ancestrales.
*Se garantizarán plenamente los
derechos de los pobladores campesinos que vivan en los territorios indígenas o
afrodescendientes, y se dispondrá de recursos
extraordinarios para su financiación, distintos a los recursos transferidos a esas
comunidades. *Reconocimiento y apoyo extraordinario a los planes de vida y los
planes comunitarios de indígenas, afrodescendientes, raizales y palenqueros,
atendiendo a sus cosmovisiones,
así como a la justa
reivindicación del buen vivir. Estos planes merecerán todo reconocimiento,
financiación y apoyo, en función de la transformación democrática de la
formación económica y social.
* Constitucionalización de los territorios interétnicos e
interculturales que dé reconocimiento, garantías y regulación a los procesos de
organización social histórica en los lugares del territorio
donde existe la convivencia de diversas formas culturales de vida y de
producción, campesinas, indígenas y afrodescendientes. Tales espacios
representarán una de las formas de organización territorial.
* Autonomía política, administrativa, económica,
social, ambiental y cultural de
los territorios interétnicos comprendida en términos de capacidad de
autogobierno, autogestión y autodeterminación que se derive del nuevo contrato
social pactado en la Asamblea Nacional Constituyente.
*Organización democrática,
colectiva y comunitaria de la vida
y la economía de los
territorios interétnicos e interculturales, cuyo
gobierno se ejercerá mediante
un Consejo Intéretnico e Intercultural, conformado por representantes de las
comunidades que se integren en dichos territorios campesinos, indígenas o
afrodescendientes que lo habiten. Las decisiones se fundamentarán en el
consenso. *Financiación estatal de los territorios interétnicos e interculturales
con recursos provenientes del sistema general de participaciones, de las
regalías y de un porcentaje fijo del presupuesto general de la nación, los
cuales serán administrados autónomamente. Protecciones
estatales especiales para los territorios indígenas, afrodescendientes,
raizales y palenqueros, y para territorios interétnicos e interculturales.
DELEGACIÓN DE PAZ DE LAS
FARC-EP
*Samuel Barinas Varela*
Corfisocial
Gobierno colombiano y FARC-EP retoman diálogo en Cuba La Habana, 11 mar
(PL) El Gobierno colombiano y
las Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia-Ejército del Pueblo
(FARC-EP) reanudan hoy en esta capital las
conversaciones de paz después
de varios días de receso en la mesa de
diálogo.(RadioPL) Las
partes cerraron el pasado 1 de marzo el quinto ciclo
de las pláticas instaladas en
Cuba el 19 de noviembre último, con lo qu entraron en un alto de más de una
semana, etapa aprovechada según dijeron- para realizar consultas internas y
pasar revista a lo abordado en el
proceso. El
diálogo en este sexto ciclo proseguirá centrado en el tema
de la tierra, el primero de los
seis puntos acordados por los interlocutores para la mesa que tiene su sede en
el habanero Palacio de
Convenciones, con Cuba y
Noruega como garantes, y Venezuela y Chile en el papel de acompañantes.
Los equipos de paz de la guerrilla y el Ejecutivo,
encabezados por el comandante Iván Márquez y el exvicepresidente
Humberto de la Calle,
respectivamente, coincidieron hace 10 días en
reconocer avances en las
conversaciones. En un comunicado conjunto, destacaron los
pasos dados en cuestiones como el acceso y uso de la tierra,
la formalización de la
propiedad y la frontera agrícola, entre otras. También
resaltaron el aporte de la
sociedad colombiana al proceso, con sus propuestas y criterios recogidos a
través de los mecanismos creados por el Gobierno y las FARC-EP para la
participación ciudadana. La visión común
sobre la marcha del
acercamiento despejó preocupaciones, luego de marcadas
diferencias expresadas en público
por las partes sobre temas como el alto el fuego, la captura de militares, la
ocupación de tierras y el modelo de
país que defienden.
El nuevo proceso de paz -después del fracaso de anteriores
intentos- genera expectativas en amplios sectores de la sociedad colombiana,
esperanzados con el fin de medio siglo de un conflicto que ha
dejado miles de muertos y
millones de desplazados. A partir de las aspiraciones de paz
de los colombianos, el Gobierno y las FARC-EP han reiterado su compromiso con
la búsqueda de la terminación de las
hostilidades.
*Samuel Barinas Varela*
Corfisocial
ENTREVISTA | Guerrilleras de las FARC-EP, delegación de paz en La Habana
«Lo más duro es saber que tu hijo se expone a la persecución
del Estado»
Ainara LERTXUNDI
¿Qué la llevó a la guerrilla?
Patricia: El sentimiento revolucionario lo llevo en las
venas, desde muy niña mis padres me inculcaron el amor a la lucha. Conocí de
cerca a algunos guerrilleros heridos que llegaban a mi casa, a los que atendían,
y fue hablando con ellos que me hice una mejor idea de la causa revolucionaria.
Con el tiempo ratifiqué los principios de todo revolucionario: sacrificio por
su pueblo, amor a la lucha y mucha lealtad al movimiento guerrillero. Hoy más
que nunca estoy plenamente convencida de que el pueblo colombiano necesita un
cambio urgente para buscar una salida al derramamiento de sangre entre
colombianos. Por eso estamos en La Habana en conversaciones con el Gobierno.
Tengo confianza en la posibilidad de encontrar una salida incruenta a los
terribles problemas de orden social y a las terribles injusticias impuestas por
la élite gobernante, que son las causas de la confrontación. Pero esto no lo
haremos los guerrilleros solos hablando en una mesa; será producto de la
participación de la gente que sufre las consecuencias de la guerra; es el
pueblo en acción el único capaz de garantizar un cambio que le dé la paz a
Colombia.
¿Cómo ha afectado el conflicto a las familias colombianas
teniendo en cuenta los altos niveles de desplazamiento forzado, de
desapariciones y muerte?
Carmenza: El hecho de que tengan que abandonar su casa, su tierra
y los bienes que con tanto sacrificio han construido afecta a todos los
miembros de la familia, desde al más anciano hasta al más niño. Es una
calamidad, indudablemente, que no hace sino agravar otra situación ya de por sí
calamitosa como lo es la miseria en la que sobreviven las familias del campo y,
en general, el pueblo. De 46 millones de colombianos, 30 millones viven en
situación de pobreza y de estos, 12 millones lo hacen en la indigencia.
Partiendo de esta cruda realidad, son innumerables los problemas,
los abusos del poder establecido, las violaciones terribles a sus derechos
fundamentales y las humillaciones a las que son sometidas las familias y, de
manera más incisiva, las mujeres. Las políticas de Estado, cargadas de toda la
discriminación contra la mujer, afectan, sin duda, mucho más a este sector de
la población.
La represión ha desvertebrado el núcleo familiar en cantidad
de ocasiones porque han asesinado a los hombres y las mujeres han tenido que
ser madres y padres. De hecho, en el lenguaje sociológico colombiano es muy común
hablar de «madres cabeza de familia», aunque, en realidad, muchas veces se
trata de jovencitas que no son madres, sino la hermana mayor o menor de una
familia que quedó viva o que debe asumir la carga familiar porque el jefe del
hogar o los jefes, incluyendo padre y madre, fueron asesinados, desaparecidos o
apresados.
Otro aspecto más: en el seno de las familias desplazadas, lo
regular es que no haya estudio para los hijos; estas familias son tratadas por
la burguesía y las clases gobernantes como si fueran la lacra de la sociedad.
Un reciente informe publicado por la Casa de la Mujer de
Bogotá y la ONG Oxfam-Intermón sostiene que «entre 2001 y 2009, 489.687 mujeres
de 407 municipios con presencia de fuerza pública, guerrilla y paramilitares
fueron víctimas de violencia sexual, de las cuales el 82,15% no denunció por
miedo o falta de información». ¿Comparten esta apreciación?
DIANA: Es muy fácil meter a la guerrilla en el mismo saco
que los agentes del Estado y sus paramilitares, que son los verdaderos
violadores de los derechos humanos. Con eso buscan armar una matriz informativa
en contra de los que luchamos contra el Estado. Nuestro reglamento es muy claro
al respecto: la violación sexual, en las filas pero también fuera de ellas, es
un delito grave, que es procesado mediante consejos revolucionarios de guerra
que pueden conducir a la pena máxima.
¿Qué trato reciben las guerrilleras detenidas o
encarceladas?
DIANA: Existen denuncias de violaciones sexuales durante la detención,
de torturas de diferente índole y de maltrato sicológico. En las cárceles de
mujeres hay hacinamiento, las ubican lejos de sus familias, no les prestan
atención médica -por ejemplo, las guerrilleras que llegan con heridas de guerra
no son atendidas- y existe una situación general de miseria en todas las cárceles,
también en las de hombres.
¿Creen que, en ocasiones, se frivoliza con la participación
de la mujer en la guerrilla, al mostrarlas en situaciones alejadas al combate
como peinándose, maquillándose o bailando?
Yira: Les mostraré primero lo que es para que se den cuenta
de lo que no es. Está claro que quienes trafican con la desinformación nunca
mostrarán una imagen real que revele lo que verdaderamente somos. Las mujeres
en las FARC somos combatientes revolucionarias comprometidas seria y
decididamente junto a nuestros compañeros hombres en la búsqueda de cambios
profundos en la estructura de un Estado al que nuestra organización se viene
enfrentando desde hace más de 40 años. Somos mujeres conscientes de la
realidad, sabemos en qué país vivimos y conocemos su historia y sus luchas, en
las que, de algún modo, ha habido participación activa de las mujeres. Las
guerrilleras de las FARC somos mujeres con afectos, con sentimientos y de la
misma manera que empuñamos un fusil para enfrentar al enemigo, que dirigimos y
actuamos en las operaciones militares junto a los hombres, que respondemos a
las preguntas que nos hacen en una entrevista, que escribimos un artículo para
una revista o boletín de la organización, que aplicamos primeros auxilios en la
línea de fuego, que operamos un radio de comunicación, que usamos un
computador, que editamos un video, que conducimos un carro, un yate o una moto,
o que asistimos en el parto a una campesina en una región aislada, somos
capaces de cambiar un pañal, de preparar un tetero para darle al niño que
encontramos solito y llorando en el rancho porque sus papás están en la parcela
sembrando.
También lloramos a nuestros muertos, recordamos con
nostalgia a nuestros hijos y seres queridos, sentimientos que refuerzan nuestra
convicción llegando a comprender que esto es parte del sacrificio que estamos
dispuestas a hacer. Nos enamoramos, nos desenamoramos, reímos, bailamos y también
nos maquillamos para ocasiones que consideramos especiales, o los días de
descanso, incluso algunas lo hacen cuando hay tiempo antes de ir al combate;
otras no usan maquillaje, es cuestión de gustos; pero esta guerra no ha logrado
arrebatarnos nuestro instinto de mujeres, nuestra feminidad y nuestra
sensibilidad.
Si observa los videos donde registramos nuestras acciones
militares, verá allí a las guerrilleras en posición de avance y disparando sus
armas junto a los varones. Las guerrilleras en esta confrontación somos sujetos
políticos y estamos cada día en una constante lucha por abrirnos espacios, con
capacidad de discernir, pero también de ayudar a encontrar soluciones a las
dificultades propias que se presentan en una sociedad como la nuestra,
convencidas de que ningún logro se conquistará si no estamos juntos en esto,
hombres y mujeres. En las FARC-EP las mujeres no somos objetos decorativos, ni
de uso personal. La difusión de esos reportajes, que muchas veces son archivos
que han llegado a manos de la inteligencia militar cuando han masacrado a
nuestra gente en un bombardeo o en cualquier acción cobarde del Ejército, es
parte de la estrategia que busca dañar nuestra imagen, pretendiendo
invisibilizar nuestra actuación en las filas.
¿Cuál ha sido su momento más duro y más bello?
Marina: Lo más bello, tener a mi hijo en medio de mi familia
guerrillera, contar con el apoyo, el calor y la solidaridad de ellos. Lo más
duro, saber que mi hijo de ahora en adelante se expone a la persecución del
Estado, como también mis padres que se hacían cargo de él, porque en Colombia
los hijos de los pobres han sido asesinados, amenazados, desaparecidos,
perseguidos y presionados para que entreguen a sus propios padres solo por
pensar diferente, cosa que les ha imposibilitado tener una vida estable, tener
amigos, vivir con sus padres y educarse.
¿Cuál es la postura de las FARC frente al aborto y ante las
denuncias de que «obligan a abortar a sus guerrilleras»?
Maritza: La posición de las FARC ante los embarazos de
mujeres combatientes ha ido cambiando en la medida que ingresan más compañeras;
en la guerra no es posible criar hijos por dos causas fundamentales: una, no
podemos traer hijos a este mundo si no podemos criarlos porque estamos
trabajando para conseguir una sociedad más justa para hombres y mujeres, y no
nos queda ni tiempo ni forma de hacerlo. Eso es parte del sacrificio que
debemos hacer, si dejáramos a nuestros hijos con las familias o amigos, el Ejército
y los diversos organismos de seguridad los perseguirían, de hecho, hay varios
casos en los que han asesinado o utilizado a hijos de combatientes para llegar
hasta sus padres, como es el caso de la hija de Lucero y Simón Trinidad por
citar un ejemplo.
El aborto ha sido una de las salidas que hemos tenido que
adoptar (reafirmada en la octava y novena conferencia), pero también se realiza
un trabajo educativo permanente entre la guerrillerada -hombres y mujeres- para
que planifiquemos, evitemos los embarazos y no tengamos que recurrir a los
abortos. Es normal que en una agrupación de personas de ambos sexos haya
relaciones sexuales y siempre hay riesgos de embarazos; cada caso es analizado
por las direcciones para establecer qué hacer, cuál fue el motivo -descuido,
indisciplina o accidente-, y cualquiera que sea el caso, el mando debe tomar
una decisión.
Cuando uno ingresa le explican, además de las cuestiones políticas
y militares y el compromiso que una o el otro adopta con la organización, que
en las FARC-EP no se pueden tener hijos y que una de las medidas es el aborto.
No se puede salir luego con el cuento de que somos obligadas. Claro que hay
compañeras que después quieren tener el hijo y se complican las cosas, pero el
99% de las veces se resuelven sin problemas, sabemos que tenemos que hacerlo.
También, no olvide, que el enemigo utiliza los embarazos en las infiltradas,
como utilizan a las mujeres con infecciones de transmisión sexual para dañar la
salud de los guerrilleros.
¿Qué papel desempeña la mujer colombiana en la sociedad? ¿Cómo
les gustaría que fuera?
Viviana: Es bastante penoso el recorrido de la mujer dentro
de la sociedad colombiana, una sociedad de vertebración machista, cuyo peso lo
sufre la mujer cotidianamente.
Todos los días hacemos la pelea para decirle a la sociedad
lo indispensable que es nuestro trabajo, nuestros ideales, nuestro amor y
aporte. Con dificultad, pero amas de casa, madres, hijas, trabajadoras...
avanzamos y, poco a poco, vamos alcanzando nuevos espacios en el ámbito
profesional, como dirigentes populares o combatientes del ejército del pueblo,
o de cualquier otra manera.
Sobre la mujer colombiana pesan muchas injusticias que,
seguramente, son comunes a las que pesan sobre otras mujeres del continente;
solamente que en nuestro caso se complican como consecuencia de la guerra.
En Colombia, las muertes y los abusos contra el movimiento
popular son el pan de cada día. La guerra injusta que imponen las élites
poderosas con el apoyo de Estados Unidos nos ha generado muerte, huérfanos,
viudas, desplazados, desaparecidos, presos, zozobra, miseria y desconsuelo al
que hay que sobreponerse con la fuerza de la dignidad sin desfallecer en la
lucha por la justicia y la paz.
Las mujeres campesinas no solo sufren el abandono del régimen,
sino las más miserables consecuencias de la represión del Estado colombiano. No
hace mucho se dio la irrupción de los llamados falsos positivos, verdaderos crímenes
de Estado sobre los que el país entero mostró su indignación y condena. Las
madres o hermanas que, generalmente, son las que se quedan al frente de la
lucha por encontrar la verdad y la justicia, son también victimizadas y
revictimizadas cuando levantan su voz exigiendo castigo a los victimarios.
Para mayor sufrimiento de esas madres, hermanas o parientes,
aprobaron el fuero militar, que lo que va a hacer es que haya total impunidad
por esos crímenes del régimen y que se le entregue patente de corso para que el
militarismo siga haciendo lo que quiera. Estas son políticas de Estado que todo
el mundo debe repudiar.
A estas calamidades se suma el peso del trabajo doméstico,
que fundamentalmente recae sobre las mujeres generándoles desgaste. No se trata
de menospreciar el trabajo del hogar, sino que su menosprecio en el ambiente
machista, que lo desconoce y no le da el valor tan grande que tiene en la cohesión
de la familia y de la sociedad, termina colocándolo en un plano de degradación.
Pienso que el trabajo doméstico es muy importante para la construcción de una
sociedad, y que debería ser remunerado o valorado como generador de riqueza y
coexistencia social.
¿Cómo nos gustaría que fuera? En las FARC trabajamos y
luchamos en condiciones bien diferentes a las de la sociedad colombiana.
Nuestro desempeño como guerrilleras entraña el germen del nuevo modelo que debe
primar en la sociedad del futuro, y abogamos por que se le dé una especial
atención al tema de los derechos que la mujer debe tener como parte de esta
sociedad. La mujer deberá poder definir su propio destino, y no seguir siendo
esclava del desconocimiento, de la ignorancia, de la discriminación; tiene que
ser constructora en condiciones de igualdad y en esto debe ir de la mano con el
hombre.
¿Consideran que por el hecho de ser mujeres se es más
vulnerable en un conflicto o los riesgos son los mismos para hombres y mujeres?
SHIRLEY: Los riesgos que entraña la guerra son, en general,
comunes para hombres y mujeres. Cuando las bombas caen sobre un campamento, no
distinguen entre sexos sino que simplemente son lanzadas contra un enemigo del
régimen.
Pero, sin duda, las mujeres dentro de la sociedad sufren con
mayor rigor las consecuencias de la confrontación. El Gobierno tiene una política
dirigida a desvertebrar la familia campesina y en ello juega mucho la
discriminación contra la mujer, y como agregado, la presión contra la mujer
cabeza de familia.
¿Cómo se combate el machismo dentro y fuera de la guerrilla?
Camila: En Latinoamérica la persistencia de la violencia de
género es incompatible con una revolución en marcha. Porque la causa de la
violencia contra las mujeres es la ausencia de igualdad ante la vida que
posibilita la violación sistemática de los derechos humanos de las mujeres.
En las FARC-EP, hombres y mujeres compartimos los mismos
deberes y derechos.
El machismo es una forma de sometimiento, adoctrinamiento
sistemático de las directrices de un capitalismo voraz y consumista. El clero
es uno de los principales manipuladores de los derechos de las mujeres.
¿Qué impacto tienen series tan populares en Colombia como «Sin
tetas no hay paraíso», «El cártel del Sapo» o «Las muñecas de la mafia», en las
que se intenta recrear el mundo del narcotráfico y la prostitución?
Marcela: Los medios en Colombia han sido soporte del régimen
antidemocrático y fascista imperante, enviciado de la podredumbre, corrupción,
mafia y narcotráfico que circula en las altas esferas del sistema financiero,
político, económico, social y militar, siendo «normal» en la televisión, la
radio, la prensa y ahora en internet la alineación y la distorsión de los
verdaderos sucesos. Nada se dice del terrorismo de Estado ejercido por los
militares y paramilitares que asesinan, desaparecen y masacran; ni de las
condiciones infrahumanas en las que están los presos y prisioneros políticos,
ni de los presos y muertos. Ni de la miseria en la que vive la mayoría de la
gente. Ni de los bombardeos indiscriminados de la Fuerza Aérea a los campos
donde gente inocente se queda ciega, inválida, sin piernas, sin brazos, loca,
sorda, sin cultivos, sin casa, sin escuelas, sin campos para el deporte, sin
hogares y sin esperanza, ni de la contaminación del ambiente en todos los
sentidos por los químicos mortales usados por las multinacionales en las
extracciones mineras.
En cambio, los medios de comunicación mantienen un ataque
permanente por medio de telenovelas y películas que infunden de manera permanente
el asesinato, la trampa, la deshonestidad y todo tipo de artimañas
desconociendo rotundamente las causas de la opresión y del levantamiento y la
lucha del pueblo y, desde luego, sus soluciones. Se deshonra al ser humano
volviéndolo un objeto que se puede poner en compraventa pública para hacer
negocio. Sucede lo mismo con el deporte, el empleo, la salud, la educación, la
participación y todos los derechos en general.
Telenovelas como «Las chicas de la mafia», «El capo» o «Sin
tetas no hay paraíso» son elementos característicos de la cultura
deshumanizante que se ha instaurado como referente social, en la que prima el
dinero, la perfidia, el despilfarro, la indignidad, la corrupción y el
sometimiento a cualquier precio.
Mientras, sucumben de ignorancia y hambre millones de
personas. Preocupa que un número considerable de ellas, en particular jóvenes,
lo asuman como un rol. Realidad que se propaga en las generaciones que emergen.
Lo complicado es la conversión que se da en la sique de la gente, tomando estas
realidades como «normales».
¿Qué les está aportando ser partícipes directas de este diálogo?
Alexandra: Nosotras con mucho orgullo estamos participando
en este proceso por la paz. Sentimos que de alguna forma estamos representando
a las miles de guerrilleras que están en las montañas de Colombia, llenas de
esperanza y de optimismo porque por fin vamos a lograr la tan anhelada paz con
justicia social que soñamos. Para nosotras es muy grato leer todas las
propuestas que nos han llegado desde los diferentes sectores, las estudiamos,
las discutimos, analizamos... pero lo que más nos llena de alegría es la enorme
participación de la mujer colombiana, que se ve reflejada en todas estas
propuestas. La mujer colombiana -y en específico la mujer campesina- está levantando
su voz, está reclamando su derecho a la tierra, a la salud, a la participación
política plena y democrática. Esto para nosotras es demasiado importante;
aparte de lo que nos aportan todas estas discusiones y lecturas a nuestro
conocimiento y conciencia, también nos damos cuenta, cada vez con más fuerza,
que en Colombia las mujeres -armadas y no armadas- estamos en pie de lucha.
FUENTE: http://gara.naiz.info/paperezkoa/20130304/390775/es/Lo-mas-duro-es-saber-que-hijo-expone-persecucion-Estado
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