Anoche en el discurso anual sobre el estado de la nación, el Presidente Obama delineó claramente las prioridades de su política extrajera: por un lado las guerras del Irak y Afganistán y, por el otro, el continente Latino Americano.
Indicó que ya llega a su término la guerra en Irak: habiendo para fines de este año reducido el número de soldados activos en la zona por mas de 100,000 e igualmente se procederá en Afganistán. La zona de mas conflicto siendo la de Pakistán donde se estima se encuentra el Al-Queda. Pero habló en términos de que ésta también se encuentra controlada militarmente por las tropas estadounidenses y las sus aliados.
Lo que si ha sido de gran sorpresa ha sido el anuncio de cuales son los países Latino Americanos que recibirán la prioridad del gobierno del Presidente Obama para reesforzar los lazos político-económicos.
Primero, confirmó que su país firmará tratados de libre comercio con Colombia y Panamá. Luego que él visitará al Brasil, Chile y El Salvador hacia cuyos países se abrirán nuevos lazos de cooperación.
Entendamos lo que esto quiere decir. La asamblea de los Estados Unidos está ahora controlada por el partido republicano y en tanto estuvo en manos de los demócratas se pudo contener el lobby norte americano para los tratados con Colombia y Panamá. Por años algunos estadistas demócratas han podido establecer fehacientemente el conflicto de guerra civil en Colombia. Pero muchos de ellos perdieron sus nombramientos en las últimas elecciones el pasado noviembre y han sido sustituidos por 66 concejales republicanos nuevos incluyendo muchos del movimiento de la extrema derecha, el llamado Tea Party. Ciertamente, este anuncio es una concesión abierta y deliberada a los intereses de los republicanos con quienes el Presidente Obama va a tener que negociar toda estratagema de su gobierno al haber perdido la mayoría del partido demócrata de la Asamblea.
El énfasis hacia el Brasil obedece la estrategia militar estadounidense de abrir por primera vez en ese país varias bases militares. En Chile, ya está establecido este precedente, pero ahora que dirige al gobierno de ese país un mandatario de la derecha es la oportunidad para los Estados Unidos de abrirse mas caminos militares, políticos y económicos.
El anuncio sobre el fortalecimiento de las relaciones con El Salvador si cae como gran sorpresa. El gobierno del Presidente Funes se traza un camino muy torcido, primero al haber rechazado entrar al convenio de los países del Alba y ahora al proceder con relaciones abiertamente amistosas con los Estados Unidos, hasta el punto de recibir en su tierra este año al mandatario estadounidense.
El Presidente Obama también hizo énfasis sobre las políticas de auto suficiencia en términos de eliminar la dependencia de la infraestructura en los hidrocarburos. Anunció la eliminación de toda ayuda monetaria a las compañías petroleras y pasar este presupuesto a toda industria que produzca electricidad y nuevos combustibles que no provengan de los hidrocarburos: citando, como ejemplo, el éxito obtenido en la China con la energía solar y de los fusiles bio. Agregó que uno de los retos mas grandes que afronta a los estados unidos es precisamente la dependencia en los hidrocarburos para el transporte.
Se sobre entiende de todo esto los Estados Unidos esta mirando con mucha cautela que la China igualmente le está dando prelación a sus relaciones con América Latina y Central. Debido a esta amenaza vemos como se configurará el nuevo triangulo de operaciones gringas: El Salvador, Brasil y Chile quedando como eje del mismo Colombia y Panamá.
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