Por nchamah miller
Analista Política
19 de enero de 2011
He pasado los últimos 30 minutos observándole la lengua al Presidente Obama y tras tan aguda inspección de la parte física a lo cual añado el aspecto auditivo les puedo confirmar categóricamente que el buen señor tiene una lengüita de serpiente, o sea que la tiene dividida en dos partes distintivas.
La ocasión se produjo con motivo de la visita del Presidente Hu de la China a los Estados Unidos cuando un periodista le preguntó al Presidente Obama cual era la postura de su país tras “abusos” (mis comillas) de los derechos humanos en la China. A lo cual respondió ese Presidente estadounidense con su acostumbrado discurso impecable y no se puede negar que elegante (idiomáticamente) que los Estados Unidos comprendían perfectamente que son dos regimenes políticos muy diferentes aquellos de los EE.UU. y la China. Añadió que la China es relativamente una república muy joven si se contrasta con los EE.UU. y no se puede esperar que en tan poco tiempo tengan los avances en materia de justicia social que se gozan en su país. Que el, sea le Presidente Obama, no estaba en estas conversaciones con el mandatario Chino para elevarle críticas públicas pero que si habían conversado sobre el tema privadamente.
Pero aquí es donde se le vio la lengua de serpiente al Presidente Obama. Pues es precisamente de esto que se le acusa le ha pequeña isla de Cuba con su revolución aun mas joven que la de la China, pero para Cuba no hay tregua. A nuestra hermana república Cubana se le tira toda clase de abusos contra el derecho que tiene como régimen comunista, al igual que la China de ejercer la soberanía y la protección de su estado.
¿Entonces cual es la diferencia? El mismo Presidente Obama dio la respuesta sin gruñir su ojo - la China es dueña de la deuda exterior de los Estados Unidos, la China es el país con mas importaciones de productos Americanos (¡) y esto justifica plenamente que se le acuerde un trato de excepcionalidad. Los periodistas allí presentes fueron los primeros en hacer hincapié del poderío económico y militar de la China.
Este dato tampoco se le ha escapado a Cuba, cuya república lleva relaciones comerciales, políticas, sociales y culturales muy próximas con la China. Un ejemplo palpable es en la infra-estructura de transporte de la isla el cual hoy día está dotado, yo diría, hasta el 75% , con productos automotrices de la China los que remplazan completamente los “camellos” del periodo especial.
Entonces vamos a ver brotar algo muy especial a medida que la China siga su camino Latino America hacia abajo y adentro y los Americanos puede que se queden mirando un chispero y Cuba lleve las de ganar.
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